«𝙐𝙣 𝙅𝙪𝙚𝙜𝙤 𝙋𝙖𝙧𝙖 𝙐𝙣 𝘼𝙢𝙤𝙧 𝙎𝙞𝙣𝙘𝙚𝙧𝙤» ───Setsui.

Capítulo 3

Narra Hisui :

—¿No puedes hacer un intento? —Cuestionó la peliplata que se encontraba sentada justo frente a mí.

—He dicho que no puedo recordar nada, lo único que recuerdo es haber trabajado para el señor Andor, bajo sus órdenes simplemente me encargaba de secuestrar a las personas que quería. Si recordara algo y realmente estuviera enamorado de esa mujer, créame, ya la hubiera buscado desde hace años —Dije suspirando pesadamente.

—Esto será más difícil de lo que imaginé —Escuché que susurró.

—¿Me llevará con esa mujer si o no? —Pregunté con frustración.

—No creo que sea un buen momento para eso, primero tengo que hablar con ella —Contestó dejándome confundido.

—Nunca será un buen momento, no habré venido de París hasta Londres solamente para admirar el paisaje, quiero ver a Setsuna Taisho, ya mismo —Ordené de forma neutral.

—Está bien, te llevaré, iremos los cuatro —Respondió señalando a su hermano y al señor Naraku.

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En otra parte ...

Narradora :

—¿Has conseguido algún trabajo? ¿Ideas? —Cuestionó la mujer de ojos amarillos mientras preparaba la comida en compañía de su amiga.

—Fui a ver unos puestos para administradora de finanzas, sin embargo no quisieron aceptarme porque dicen que no tengo suficiente experiencia en el área —Respondió Setsuna sacando unos platos para servir la comida principal.

—Son unos idiotas por no saber a quien perdieron, ya verás que encontrarás un puesto mejor en algún otro lado, sólo ten paciencia, no puedes hacer otra cosa —Mencionó Kharis metiendo una cucharada de pastel a su boca.

—Ese bebé será de un buen apetito —Comentó la ojivioleta con diversión.

—Si supieras todos los antojos que he tenido. —Dijo la pelicastaña de manera risueña.

—Ya me lo imagino ... ¡Ishima ven a buscar tu rebanada de pastel! —Exclamó Setsuna para que su hija llegara a buscar su platillo.

—¿Dentro de cuánto tiempo vienen? —Preguntó la ojiamarilla probando sí las gelatinas ya estaban listas.

—Zero acaba de decirme que dentro de una hora —Contestó la ojivioleta felizmente.

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Una hora después ...

—¿Tienes manzanas? —Cuestionó Kharis con algo de pena.

—Si ¿Por qué? —Respondió Setsuna.

—Se me antojó una.

—En el refrigerador primer cajón.

Un par de minutos más tarde se escuchó el sonido de la puerta siendo tocada por alguien, a lo cual Setsuna fue a ver quien era, ya que también esperaban a Nouren.

—Te estábamos esperando —Dijo la dama de ojos violeta al ver de quien se trataba.

—Lo siento, no podré quedarme, surgieron unos detalles en la empresa y tengo que ir para atenderlos —Mencionó el albino algo decaído.

—¿Cómo? ¿No podrás quedarte? —Interrogó Kharis acercándose a la puerta.

—No cariño, pasaré por ti más tarde, sí salgo antes vendré en seguida, pero ya sabes, trabajo es trabajo —Pronunció Nouren entregándole unas bolsas a su esposa.