«𝙐𝙣 𝙅𝙪𝙚𝙜𝙤 𝙋𝙖𝙧𝙖 𝙐𝙣 𝘼𝙢𝙤𝙧 𝙎𝙞𝙣𝙘𝙚𝙧𝙤» ───Setsui.

Capítulo 15 : "Fuimos felices mientras pudimos"

Un día después ...

Narradora :

—No te voy a negar que es sorprendente verte por aquí, y quiero pensar que es para algo bueno —Mencionó la mujer peliplata dándole un sorbo a su té.

—Y yo que pensé que jamás volvería a cruzar palabra contigo —Dijo Sesshomaru tomando asiento frente a la dama.

—Pues pensaste mal, ahora dime ¿Para qué querías verme? —Preguntó Zero dejando su taza sobre la mesa de aquel restaurant.

—Quiero disculparme con mi hija, también con Hisui y quiero conocer a mis nietos —Reveló haciendo que Suzuki suspirara ligeramente.

—Setsuna no quiere verte ¿Necesitas que te recuerde el por qué? ... La insultaste, le reprochaste, la hiciste sentir menos por tener una hija y por acostarse con uno de sus secuestradores —Murmuró la ojiverde entre dientes.

—¡Ya fue suficiente! No he olvidado nada de eso ... Por esa misma razón necesito hablar con mi hija y tú me ayudarás para que eso suceda.

—¿Cuándo?

—Hoy mismo si es posible, tengo que regresar a Japón lo antes posible, no quiero perder tiempo —Respondió Sesshomaru levantándose de su asiento.

—Está bien ... Supongo que es tu día de suerte, Hisui planea llevar a Setsuna y a sus hijos al jardín de las Tullerías , después irán a la torre Eiffel, así que puedes aprovechar cualquiera de los dos escenarios para cumplir con tu intención —Informó Zero tomando una vez más la taza de té entre sus manos.

—Cuando tú estés lista para hablar con ellos, podremos ir —Contestó para luego darse la vuelta y salir del restaurant.

—Pues para eso lo hacemos la próxima semana —Susurró la peliplata poniendo los ojos en blanco.

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Narra Hisui :

—Buenos días amor —Saludó mi amada mujer con una bella sonrisa en sus labios.

—Buenos días preciosa —Murmuré acercándome a ella para besar suavemente su cuello.

—¿Qué quieres desayunar? —Preguntó revisando el refrigerador.

—¿Qué piensas hacer? —Cuestioné agarrando un vaso para servirme jugo de naranja.

—No lo sé, por eso te pregunto —Respondió de manera insegura.

—Te veo muy poco convencida para cocinar hoy, mejor vayamos a desayunar a un lugar cerca de aquí —Ofrecí observando el tranquilo ambiente de nuestra nueva casa.

—Me parece bien, y gracias por notarlo ... Iré a despertar a los niños para que puedan darse un baño —Dijo acariciando mi mejilla para después subir al segundo piso.

Nunca pensé cambiar de una manera tan drástica mi vida, pero nada me hacía más feliz que esto, sin duda fue la mejor decisión que tomé en toda mi vida, ahora sólo faltaba volver a reunirme con mis padres y hermanas, de esa manera todos mis pendientes estarían saldados.

—¡BUENOS DIAS PAPÁ! —Gritaron mis cachorros, dándome un fuerte abrazo en cuanto me vieron.

—Buenos días mis amores ¿Cómo durmieron? —Pregunté cargándolos a ambos.

—Yo tuve una pesadilla ... Soñé que volvían a separarme de ustedes, y nuevamente me ponían hacer entrenamientos —Akiro recargó su cabecita sobre mi hombro al sentirse tan impotente por aquel sueño.

—Tranquilo campeón, ya nadie nos volverá a separar ...

—¿Lo prometes papá?

—Lo prometo cariño —Aseguré depositando un beso en la frente de mi hijo mayor.