13- La muerte de Luca y sus consecuencias

698 104 158
                                    

El destino es caprichoso y cruel en ocasiones. Juega con nosotros cuando debemos entender una lección... o simplemente porque las cosas están escritas así.

Ambos lo sabían, sabían el peligro constante al que Bruno estaba expuesto y lo que implicaba su trabajo. La necedad nos hace ver calma antes de la tormenta, una tormenta que, creemos tontamente, no llegará, que la felicidad durará para siempre.

Error para muchos.

La felicidad fue inmensa para ambos, su relación era la más bonita y alegre que cualquiera que se haya visto en toda Italia; eran felices y esa felicidad irradiaba en cada parte que pisaban, contagiando al que se les cruzara.

Muchos los envidiaban, otros deseaban encontrar un amor como ese, tan luminoso, radiante y hermoso. ¡La suerte le había sonreído a ese par! ¡Quien fuera ellos!

Pero todo daría un giro de ciento ochenta grados. Lo que Bucciarati sabía, lo que esperaba muy dentro de su ser, llegaría más pronto que tarde. Incluso ya lo había olvidado.

Esa tarde recibió una misión de sus superiores: Luca había muerto, y era su deber encontrar y matar al responsable. Fácil, Bruno estaba seguro de sus habilidades. Así que fue a investigar de inmediato, solo.

                                                                                                ***

—Bucciarati ya tardó, ¿estará bien? —se preguntaba Narancia, comiendo un pastel de fresa, mientras Fugo trataba de enseñarle matemáticas.

—Cállate y pon atención al libro, pedazo de basura —regañaba Fugo, pegando la cabeza del pequeño al libro, con un empujón.

—No deben preocuparse, Bucciarati puede encargarse solito, es el más fuerte —consolaba Abbacchio.

—Sí, eso que dijo Abbacchio —asintió Mista, contando las fresas del pastel—. Oh, por todos los... ¡esta rebanada tiene cuatro fresas! ¡No no!

Sus amigos giraron los ojos, ignorándolo, hasta que entró al restaurante Bucciarati, junto a un chico rubio, vestido de rosa.

—Chicos, quiero presentarles a nuestro nuevo compañero: Giorno Giovanna...

                                                                                            ***

Muchas situaciones se desencadenaron a partir de la aparición de Giorno: la muerte de Polpo, el esfuerzo por ocultarlo y que no descubrieran a Giorno para llevar a cabo su plan y la nueva asignación de una misión: ir a la Isla de Capri a recuperar un tesoro.

Todo esto ponía de los nervios a Bucciarati.

Días después.

Bruno caminaba bajo la lluvia, pensando en lo que había pasado los últimos días. Era él, Giorno Giovanna, su convicción y fuerza, era lo que estaba esperando desde hace mucho tiempo.

Pero ahora una decisión importante recaía sobre sus hombros: ¿el bienestar de Italia o... su propia felicidad?

En otras circunstancias, quizá, la respuesta hubiera sido sencilla, ya que sus ideales siempre estuvieron marcados y sabía lo que quería lograr: salvar a Italia, librarla de la basura que se había apoderado de ella, de la droga y la gente con mal corazón.

Pero ahora estaba dudando, y también sabía exactamente porqué: Antonella. Eran varios aspectos los que debía tener en cuenta, pero primero y lo mejor era hacer acopio de lo que estaba sucediendo.

Giorno Giovanna era fuerte, y algo en su interior le decía que era el tipo que podría cumplir su objetivo: acabar con Passione. Había dudado al inicio y no se creía capaz de confiar en él... pero lo hizo; además de que lo sabía, sentía el poder en ese joven rubio.

¿Te volveré a encontrar? Bruno Bucciarati x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora