Harry Potter y la espada del héroe || Trilogía del héroe 1 ||

Capítulo 26

Capítulo 26 || Algunas heridas son demasiado profundas

Somos, cada uno de nosotros ángeles con un solo ala;
y solo podemos volar abrazándonos.

- Luciano de Crescenzo

Harry deambuló por la pequeña elevación en el suelo y la cabaña de Hagrid apareció a la vista. Estaba oscureciendo ahora y quería hablar con sus amigos. Algunas cosas debían discutirse.

Vio el grifo y la quimera en sus respectivos potreros mientras pasaba. La quimera lo ignoró por completo, pero el grifo pareció evaluarlo y juró que cuando asintió con la cabeza, también lo hizo. Harry se acercó a la puerta de Hagrid y llamó con fuerza. Escuchó el movimiento del semigigante dentro y Harry aprovechó este momento para pensar en los acontecimientos recientes.

"No me importa eso, Harry," susurró Ginny, sosteniendo el anillo como si fuera algo extremadamente precioso. Fue para ella ... y para Harry. "Eres todo lo que me importa. Al diablo con V-Voldemort ..."

Harry suspiró. No fue tan fácil ... ¿verdad? Estaba destrozado. Por un lado estaba la felicidad con Ginny. La felicidad que necesitaba desesperadamente, ansiaba desesperadamente. Por el otro estaba la amenaza del Señor Oscuro. Una elección imposible . Sé feliz ... y arriesga todo por ese sentimiento. Si Harry conociera a Ginny, lo cual hizo más de lo que la mayoría de la gente pensaba, ella no se rendiría fácilmente. Lo admiraba. Era una de las razones por las que le había admitido su amor en la torre.

Amor , pensó asombrado. ¿Cómo había sucedido ...? Un minuto estaba tan cerca del borde, caminando de puntillas en la línea entre la cordura y la locura, y al siguiente estaba sosteniendo a Ginny en sus brazos como si fuera su vida. No tenía sentido ... pero estas cosas rara vez lo tenían. El amor era una de las emociones en las que Harry tenía muy poca experiencia. Al crecer en su lugar, sintió desprecio y amargura. Nada que se parezca siquiera al amor. Era una emoción relativamente nueva para él, pero que sin saberlo había anhelado.

Y para expresarle eso a Ginny. ¡GINNY! El resto del mundo puede estar cerrándose a su alrededor mientras la profecía y la guerra gobernaron su vida casi cada hora de cada día, pero ella había sido su alivio. Un breve momento en la cima de la torre de Astronomía mientras el sol se ponía en la distancia. Había sido perfecto, pensó, mordiéndose el labio inferior al recordar que Ginny estaba allí.

Pero, ¿de dónde habían venido los sentimientos? Este era el único pensamiento con el que Harry estaba perplejo. Acababa de suceder. Simplemente había sucedido como si fuera la cosa más natural del mundo. Fue como sumergirse en agua fría, un despertar. Los últimos cinco años había estado creciendo, creciendo a partir de su posesión por Riddle. Pero la emoción siempre había sido reprimida por circunstancias imprevistas. Habían pasado demasiadas cosas, él, efectivamente, la había ignorado. Sin embargo, ella siempre estaba ahí, con una presencia tranquilizadora de fondo. Tenían mucho en común. Se entendieron casi a la perfección.

Ginny y él habían sido amigos hasta su cuarto año, el quinto de Harry. Entonces, su amistad había comenzado a convertirse en algo más. Era más profundo ... ella estaba con él en Navidad cuando su mundo se estaba desmoronando una vez más, ella estaba allí en el DA, estaba allí en el Departamento de Misterios. Ella siempre estaba ahí y el amor había ido creciendo. Se habían vuelto más cercanos el año pasado, y Harry se dio cuenta de lo cerca que estaban de la Torre de Astronomía. Más de lo que jamás pensó que podría ser posible, al menos para él. Ambos se habían dado cuenta, Ginny primero ... y desde allí acababa de suceder.

Técnicamente había sido un proceso lento. Habían pasado años para que los sentimientos se desarrollaran por él. Pero el sentimiento en sí, el amor, lo había golpeado fuerte y rápido en un instante asombroso en las alturas del castillo hacía solo unos minutos ... y todavía se estaba recuperando del golpe.