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–Estoy pensando seriamente comprarme una moto–dijo en vos alta el joven.

Si necesitaramos definir su estado en este preciso momento sin duda alguna sería: muy cansado; tener que caminar hasta el templo lo había agotado físicamente y el hecho de estar enojado era lo único que motivaba a seguir subiendo las escaleras hacia su destino final.

Finalmente lo había logrado, había llegado a su meta y sinceramente no era lo que el se esperaba, para la hora que debía ser, el del mechón verde esperaba que estuviera toda la Toman ya reunida pero solo estaban la mayoría de los capitanes e uno que otro miembro de algún escuadrón.

–Yuu-chiin!!!– No tubo tiempo de reaccionar cuando de golpe cayó en el suelo con una persona sobre el.

–¡Mikey!¡Quítate que pesas!–pidio el de pelo negro mientras trataba de quitarse al rubio de menor estatura, el cual no cedió ni un poco ante la exigencia de Yuta.

–¡Mikey, bajate de el!– grito un rubio, con un tatuaje de un dragón en la cien, mientras se apresurada a llegar donde Mikey y Yuta, distrayendo al rubio de menor estatura y dandole tiempo a Yuta de poder recomponerse teniendo ahora en su regazo a Mikey.

–No– el rubio de menor estatura pasó sus brazos por los hombros del pelinegro y se aferró con fuerza a él

–¡Mikey! Sueltalo– le ordenó Draken.

El rubio de menor estatura estaba ignorando olímpicamente las órdenes de su vice-comandante y eso molestaba al contrario dando asi una discusión unilateral, él pelinegro al darse cuenta de que por esa discusión unilateral estaban siendo el centro de atención de los demás miembros de la Toman decidió que por su dignidad sería mejor parar esa discusión.

–Draken...– ante el llamado en nombrado atendió– Déjalo, sera inútil tratar de quitarmelo de encima se me pegó como una garrapata.

Draken solo dio un pesado suspiro, Yuta tenía razón Mikey era un caprichoso de mierda que cuando quería algo no pararía hasta conseguirlo, eso el lo sabía bien.

–Esta bien... Te lo encargo, tengo que ir a hablar cierto asunto con los comandantes–

–Bien...–

El rubio del tatuaje en la cien se marchó luego de dejar a Mikey al cuidado del pelinegro dejando así a ambos individuos "solos".

–Mikey, sueltame un poco me asfixias– El nombrado cedió a la demanda y aflojó el agarre de sus brazos.

–Yuu-chiin, pensé que no vendrías a la reunion– dijo Mikey haciendo un puchero.

A Yuta esa acción le pareció muy tierna pero el comentario del rubio cenizo le hizo recordar su enojo por no haberle mencionado avisado con antelación de la reunión.

–Estamos en el medio de la entrada sera mejor corrernos para no incomodar– dicho esto y se levantó, haciendo que el rubio enredara sus piernas en el torso del pelinegro para no caerse y se dirigió con el rubio a una parte con menos gente.

Al elegir el lugar Yuta procedio a sentarse haciendo que Mikey quedará a sobre su regazo y que aflojara su agarre .

–¿Por qué puta razón no me avisaste de la reunión antes?– dijo el pelinegro con una sonrisa que no significaba nada bueno.

–No te avise antes porque me olvidé– respondió con sinceridad el rubio– También me olvidé de decirle a Ken-chiin que te avisará.

–Mikey, ¿no pensaste que tal vez tendría mejores cosas que hacer?–

–¿Las tenías?– pregunto el rubio con curiosidad.

Esa pregunta fue la gota que derramó el vaso, Yuta sabía cuál era el punto débil de Mikey y lo usaría a su favor.

–Mikey~– susurro al oído del rubio haciendo su cuerpo estremecer.
Acto seguido el pelinegro pasó su mano por la nuca del rubio haciendo movimientos suaves y envolventes para acto seguido besar suavemente su cuello. Las acciones llevadas a cabo por el pelinegro eran placenteras para Mikey, sin duda alguna excitantes y tortuosa, haciéndolo querer más.
Pero esa sensación fue cortado por el detenimiento de las acciones del pelinegro dejando desconcertado al contrario.

–¿Por qué paras?¡Quiero más– reclamos el rubio.

–Tienes que ir a empezar la reunión–

Mikey aunque quería que el pelinegro continuará con las caricias y los besos hacía él, sabía que tenía que empezar con la reunion después de todo era el líder de la pandilla y ese era su  deber. Teniendo un sabor amargo en la boca se bajó del regazo de Yuta dirigiéndose hacía donde las demás personas.

De repente sintió que alguien lo agarraba del brazo para después sentir como algo se estampaba contra sus labios.

–Suerte~– le deseo Yuta para luego dirigirse hacia la zona de mayor concentración de personas del templo.

Ese beso sin duda alguna dejo a un inmóvil y sonrojado rubio, el pobre no se lo había visto venir.

•••

Después de más de una semana he vuelto, sinceramente no me había dando cuenta de que había pasado tanto tiempo, la escuela me tenía bastante estresada. Cambiando de tema...
¿Que les pareció el capítulo?
¿Se lo esperaban?
¿Les gustaría que añada a Draken al harem?

Un pequeño spoiler: en el próximo capitulo aparecerá nuestro héroe llorón y la razón del porque Yuta no es un miembro oficial de la Toman.

Dato extra: Yuta suele ser bastante vengativo con las personas de su confianza, lo que las personas exteriores le hagan no suele importarle.

Oh~ Boy [Tokio Revengers]Where stories live. Discover now