💜Cap.9.- Felación

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"Brillo."

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Antes solía despertar con el canto de pequeños pájaros posados en su ventana, pero ahora, le fue desconcertante escuchar varios cuervos rondando por la ventana.

Chile se levantó con pereza, quedando sentado a la horilla de su cama. Casi inmediatamente sintió una pequeña punzada en su cuello, paso su mano por dicho lugar para masajearlo un poco.

- weon dormí chueco... - dijo, creyendo que esa era la razón de su pequeña molestia.

Se separo por fin de su cama y camino a la ventana de su habitación, abriendo las grandes y pesadas cortinas de par en par. Ante él se presentaba un patio con pasto podrido, un árbol muerto de color gris sin hojas, y una colina; para muchos, una vista deplorable, pero para él, era tranquilo, y eso le bastaba.

Camino a su baño y se dio una ducha, ese día tendría que hacer muchos papeleos en la universidad a la cual se postuló y por mera suerte le aceptaron, aún sigue sin creerlo.

Luego de preparar su mochila para poder irse a hacer sus cosas, salió de su habitación comenzando a andar por los pasillos, volviendo a prestarle la misma atención que antes, por más veces que viera esa meticulosa decoración, seguía sorprendiéndose pues aún si se queda mirando durante una hora, seguiría descubriendo cosas nuevas.

- Señor Chile. - el joven se percató que uno los mayordomos que trabajaban ahí se posicionaba a su costado. - Mi amo lo espera para desayunar...

- A-Ah... - Chile no supo negarse, solo asintió y siguió de cerca al hombre que comenzó a guiarle.

Luego de un par de minutos caminando, llegaron por fin al comedor, y como le dijo el sujeto, Alemania ya estaba ahí, esperando pacientemente.

- Chile. - exclamó el alemán, poniéndose de pie e invitando al latino a tomar asiento frente a él. El chileno asintió con pena y solo se sentó. - El desayuno servirá en un...ah... ¡Rato! - dijo con una sonrisa.

- G-Gracias Alemania... - se descolgó su mochila y la dejo en la silla que tenía a un lado, tenía planeado salir temprano para después no llegar tan tarde a casa, teniendo en cuenta que la civilización estaba retirada del lugar.

- ¿Tú salir? - le pregunto el alemán mirando aquella mochila que portaba el latino.

- Si, iré a la universidad para ver algunos papeles, espero no tardar mucho. - le explico con serenidad. Aquel tipo desprendía un aura tan tranquila que no era difícil contagiarse de ella.

- Si prefieres, yo prestar carro... - propuso sin borrar su sonrisa.

- Oh, no es necesario, puedo ir caminando.

- No, tú ir en mi carro.

Chile quería negarse, pero la propuesta era muy tentadora, realmente no quería caminar kilómetros hasta la civilización, y no sabía en donde tomar el transporte público, así que sería una buena ayuda lo que le ofrecía Alemania.

- Esta bien. - sonrió aceptando el favor, esperaba no arrepentirse de ello más tarde.

- ¡Genial! - Alemania hizo una pequeña señal a su mayordomo principal y este inmediatamente se acercó. - Necesito que lleves a Chile a la universidad, después llévalo a donde él te indique. - El hombre de moño asintió y volvió a tomar su lugar a un lado de su mayor. - Cuando tú terminar desayuno, poder irte en mi carro...

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