Izuku es el hijo de Inko Midoriya, socia de trabajo de Mitsuki Bakugo ¿Que pasaría si el hijo de esta última se enamorara de Izuku? ¿Que le preparará el destino a estos dulces enamorados? Muy fácil, el destino les preparó solo felicidad.
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- Kacchan ¡Más a la izquierda, más a la izquierda! toca eso que se siente tan bien...¡Ah! ¡Mmph!
- Creo que lo encontré.
- ¡Ah! ¡Sí, sí, ahí!
Kacchan estaba encima mío mientras que yo ahogaba mis gemidos en la almohada, consumando un amor de tantos años.
Ya habían pasado 12 años desde nuestra boda, pero nada había cambiado en nuestra relación, seguíamos siendo los mismos calenturientos de la universidad.
Kacchan me volteó haciendo que nuestros ojos se conecten, abracé su aún fornida espalda y comencé a mover mis caderas al son en el que él me embestía.
- Que figura tan excitante tienes Izuku...a ti no te pasan los años.
- ¡Wah! ¡Ah! ¡Kacchan!
Después de algunas embestidas más mi lindo príncipe depósito su líquido seminal en mi parte baja.
Kacchan cayó rendido al lado mío, sin embargo, cuando notó que yo aún no había llegado al éxtasis comenzó a lamer y jugar con mis pezones haciendo que me venga de inmediato.
- ¿Otra ronda, bonito?
Preguntó mientras se acercaba a mi boca.
Como respuesta le di una mirada divertida y nos dimos un beso apasionado.
Todo hubiera terminado en resultados sexuales si es que tres personitas no hubieran tocado el timbre.
Nos separamos al instante y nos comenzamos a vestir.
- ¡Kacchan, ve a abrir la puerta ahora!
- ¡No puedo! ¿Dónde chucha dejé mi ropa?
- ¡¿Perdiste tú ropa?!
Ambos nos encontrábamos en la casa de mi madre, más exactamente en mi antigua habitación...Si mi yo del pasado se enterara de que hice el amor con mis pósters de idols colgados en la pared le daría un infarto.
...
- ¡Papi, papá! ¡Abran la puerta, hace mucho frío! ¡¿Por qué no abren?!
Dijo un niño peliverde de ojos rojos que se encontraba agarrado de la mano izquierda de la señora Inko
- Abuelita...¿Por qué apa y apito no nos abren?
Preguntó un pequeño que al contrario de su hermano, tenía los ojos verdes y el pelo rubio, él sostenía la mano derecha de su abuelita.
- Oh, cariño...ellos deben estar dormidos, esperemos un momento.
- Está bien...
...
A las finales yo salí a recibir a mis pequeños, papá Kacchan se demoró un buen rato buscando su ropa.
- Gracias por sacarlos a pasear mamá, quiero aprovechar todo el tiempo que tengo libre para estar con Kacchan y mis nenes.
- No te preocupes hijo, cuidarlos no es problemas para mí, más bien, ve con tu esposo y jueguen con los niños, yo tengo que ir corriendo dónde Mitsuki.
- ¡Cierto mamá lo había olvidado! ¿Cuando será tu próxima pasarela?
- Será este sábado.
Me acerqué para abrazarla, esa sería su vigésima pasarela.
- ¡Entonces el sábado no me despegaré del canal de modas!
Ella soltó una risita y me abrazó con cariño.
- Gracias hijo mío.
Por otro lado, unos minutos después de despedirme de mi mamá fui a la habitación en dónde se suponía que mis hijos y Kacchan estarían jugando.
Sin embargo, en su lugar me encontré con una dulce escena; Kacchan, Kisuki y Zhulú se encontraban dormidos en el piso.
No pude evitar soltar una sonrisa al ver a mi esposo y mis dos mellizos descansar en brazos de morfeo.
Sin ninguna duda me acerqué a ellos y me acomodé a su lado.
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En la era de estos dos la tecnología a avanzado lo suficiente como para que se puedan concebir hijos a base de dos genes masculinos.
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