Izuku es el hijo de Inko Midoriya, socia de trabajo de Mitsuki Bakugo ¿Que pasaría si el hijo de esta última se enamorara de Izuku? ¿Que le preparará el destino a estos dulces enamorados? Muy fácil, el destino les preparó solo felicidad.
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Banda, si buscan evitar el angst escapen de este capitulo -El siguiente está mejor- La intención es que conozcan el por qué la relación que se traen estos encaramelados prosperó tan fluidamente, hay una razón detrás de todo. ¡La vida da recompensas!
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- ¡Lira!
- Dime Harmony ¿Que sucede?
- ¿Cuál era esa deuda que la señorita destino te comentó?
- ¿Deuda? ¿De que hablas?
- ¿Lira, a caso no recuerdas a la pareja que encontramos hace unas horas? Eran un rubio y un peliverde.
- ¡Oh! Esos dos, verás...La señorita Destino me habló sobre la historia de su otra vida, me pareció muy interesante y por eso se quedó en mi mente.
- ¡Pero cuéntame! Tengo curiosidad.
- Es muy larga Harmony, tenemos poco tiempo, debemos ir a cultivar flores a los campos.
- Está bien...pero después me la cuentas ¿Vale?
- Está bien, te la contaré al regresar, pierde cuidado.
| Era feudal en Japón.
- ¿Quieres salvarte Bakugo? ¡Hubieras pensado tus actos antes de entrometerte con el enemigo! ¿Cómo puedo si quiera llamarte por el apellido de la familia? ¡No mereces nada!
- No me importa, es claro que no merezco nada. ¡Yo lo único que quería era que Izuku viviera y ni si quiera eso me lo concediste tío!
- ¿Te a atreves a pronunciar su nombre? ¡Acaso no piensas en arrepentirte!
- No...No me arrepiento de nada, las noches y días al lado de Izuku fueron las más espléndidas que un hombre puede pedir ¡Nunca me arrepentiré de nada!
- Sin duda eres un hereje ¡Un maldito hereje Katsuki! ¡Debí haber echado a los cocodrilos el cuerpo de "tu amante"!
Esas palabras estremecieron a Bakugo, tanto así que unas palabras irremediables salieron de su boca.
- ¡Si de verdad Izuku ya no vive entonces mátame!
- ¿Que mierda hablas?
- ¡No quiero vivir si él no está!
- Cállate.
- ¡Mátame de una maldita vez!
- No.
- ¡Mátame!
- ¡Que te calles maldita sea!
El hombre con el que discutía Katsuki al perder toda su paciencia le agarró del cuello y sin dudarlo más de dos segundos clavó su espada en su corazón, dándole fin a lo que un día fue el gran guerrero Bakugo Katsuki.
- ¡No! ¡No! ¡No! ¡Noo! ¡Katsuki!
Gritó estrepitosamente un peliverde que con un brazo mutilado se acercaba entre sollozos.
- Así que llegaste maldito, por tu culpa tuve que matar a mi sobrino ¡Dame pelea!
- No...No Katsuki ¿Porqué tú? ¡Esto no puede estar pasando!
•••
Minutos después todo el campamento militar estaba en guardia, según lo que contó un testigo, el joven Izuku con sus últimas fuerzas logró derrotar al asesino de Katsuki y con óptimo cuidado trasladó el cuerpo de su amante hacia el este, era claro que su intención de cruzar hacia otras tierras.
- ¡Oh, mi Katsuki! ¿Por qué te alejaron de mí? ¿Por qué ahora nos separa la vida y la muerte? Solo éramos dos amantes...Mírate ahora, nunca más podré ver tus lindos ojos...¿Por qué Katsuki? ¿Por qué?
La pena le ganaba a Izuku, queria moverse y escapar más rapido, pero al recordar que el hombre al quién amo por dos hermosos años yacía en los brazos de la muerte todas sus fuerzas se esfumaban.
Tomaba un descanso cada treinta minutos y luego con el mejor de los empeños trataba de cruzar de un extremo a otro una gran catarata a como fuera lugar, intento de todas las maneras posibles pero no pudo lograrlo.
Él en sus tiempos de gloria, era reconocido por su gran inteligencia y rapidez, no obstante en estos momentos de desesperación pareciese como si sus habilidades nunca hubieran existido.
- ¡Señor recibimos informes del enemigo, se encuentra a las orillas de la catarata!
- ¡Mantenlo a cualquier costo, el asesino del líder debe morir!
- ¡Si, mi señor!
•••
Izuku se encontraba en su travesía sin fin de idear una manera para cruzar cuando sintió el pisoteo de los caballos y guerreros acercándose.
- Maldición ¡No puede ser!
Se acercó rápidamente al cuerpo inerte de su amante y sin pensarlo lo besó.
- Este puede que sea nuestro último beso mi vida.
Agarro su mano y la puso en su mejilla.
- Te prometo que te buscaré en el mundo de los muertos, te buscaré sin rendirme entre todas las almas y al encontrarte me aferraré fuertemente a tí... dame fuerzas para hacer esto.
A los pocos minutos el gran Izuku Midoriya se tiró desde la punta de la catarata para no ser atrapado, pero antes de hacerlo escondió en alguna parte del bosque que cubría los alrededores el cuerpo de su amado.
Hasta ahora nadie a encontrado el cuerpo de Katsuki Bakugou ni tampoco el cuerpo de Izuku a excepción de dos posibles personas.
Se rumorea que un par de niños a los que solían cuidar fueron piadosos y enterraron sus cuerpos en lo más profundo de la tierra para que nunca fueran encontrados y que estuvieran juntos para toda la eternidad.
Fin del Epílogo I.
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