Sentimientos por ella

4 1 0
                                    


Tan rápido como chasquear los dedos una nueva semana empieza. Odio despertar tan temprano y más en temporada de invierno. Con parsimonia salgo de mi cama hasta llegar a mi ventana para abrir las cortinas, la línea de mis labios se curva en una sonrisa al ver el cielo gris.

Es mi estación favorita del año y es una pena tener que abandonar el calor de mi cama y la comodidad de mi pequeño hogar para ir a trabajar.

—Toma —dice Sofía entregándome una taza con café apenas me ve aparecer por la pequeña sala de nuestro departamento, le agradezco y mientras le doy un sorbo sigo buscando mis llaves— En tu bolso —avisa.

—Gracias —vuelvo a decir— ¿vamos?

— Estaba pensando en el chico de la otra noche —habla mientras bajamos en el ascensor y yo la mira extrañada por su comentario— ¿es guapo no crees?

— No lo sé, no lo recuerdo —miento porque sus ojos verdes no han salido de mi cabeza ni un solo día.

— ¿Sabes que cuando te fuiste pregunto por ti?

— Espero que no le hayan dicho algo sobre mí —rebato al mismo tiempo que salimos del edificio donde vivimos.

•••

Sofía y yo trabajamos en EDITORIAL LORIEL, una de las editoriales más importantes de la ciudad. Sofía es ilustradora de libros infantiles y yo me encargo, en conjunto con otros compañeros, de la corrección de estilo de los diferentes textos que llegan a nosotros.

Recordar todo lo que significó para mí llegar hasta aquí, hace que ame cada día más mi permanencia en este trabajo. Me encanta y sé que donde sea que mi padre se encuentre también es feliz por eso.

Mi jefe, el señor Lorenzo García es un hombre estupendo, de mediana estatura y un poco robusto, con el cabello cenizo, ojos prominentes y de facciones marcadas. Siempre amable con todos, siempre con buen humor, siempre correcto. En resumen, es un buen líder, que me dio la oportunidad de formar parte de este equipo de trabajo y por el cual le estoy agradecida.

Recuerdo que cuando se enteró de mi desistimiento, después de haber sido aceptada para el puesto que hoy ocupo, preguntó por mi repentina decisión y luego de saber por qué lo hacía, entendió mis razones. Pero también, justificando la felicidad de mi padre por mis logros, logró convencerme de hacer lo correcto y me quedé.

—Traigo más trabajo —digo como saludo mientras agito los escritos en alto y entro al estudio.

—¿Novedad? —responde Alba con una sonrisa.

—Marciana querida —dice Bruno, mi amigo que acaba de cruzar la puerta— acabo de entregarle a Isabel las correcciones del manuscrito del señor Pereira.

—¡Genial! Yo acabo de traer nuevo material —hago un guiño y él sonríe.

—Por favor sin coqueteos en el trabajo —avisa Nico burlón que viene con una pila de papeles sobre sus brazos.

—¿Celoso? —bromeo.

—Ya quisieras —responde acomodándose en su escritorio.

—Pues no, no quiero —replico y todos nos reímos. Trabajar con ellos es realmente divertido, casi siempre estamos bromeando. Cuando nos conocimos nos agradamos en seguida. Bruno tiene una personalidad refrescante, siempre buscando el lado gracioso a todo y a todos. Alba es la más centrada de nosotros, atenta a los detalles para no dejar pasar nada por alto. Nico fue el último en llegar y completar este cuarteto. Es alegre, serio y comprometido con el equipo. De mí, puedo decir que soy reservada, algo seria cuando recién me conocen, práctica y con un poder natural para arruinar los mejores chistes. En resumen, los años que tenemos de conocernos han sido testigos de nuestra fraternidad y eso hace más entretenido nuestro trabajo.

Te mentiríaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن