Capítulo Nueve

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Esa noche

Danáe había acabado todo lo que tenía qur hacer ese día y ahora se alistaba para ir con Riss a su lugar sorpresa, pues al final de la tarde al subir a su habitación se había encontrado una carta y una caja en la cama de la habitación

𝒟𝒶𝓃𝒶ℯ
𝒯ℯ ℯ𝓈𝓅ℯ𝓇ℴ 𝒶𝒷𝒶𝒿ℴ ℯ𝓃 𝓁𝒶 𝓅𝓊ℯ𝓇𝓉𝒶 𝓅𝓇𝒾𝓃𝒸𝒾𝓅𝒶𝓁 𝒹ℯ𝓁 𝒸𝒶𝓈𝓉𝒾𝓁𝓁ℴ 𝒸𝓊𝒶𝓃𝒹ℴ ℯ𝓁 𝓈ℴ𝓁 𝓈ℯ ℯ𝓈𝒸ℴ𝓃𝒹𝒶
𝒯ℯ 𝒹ℯ𝒿ℯ 𝓊𝓃 𝓇ℯ𝓰𝒶𝓁ℴ ℯ𝓃 𝓁𝒶 𝒸𝒶𝒿𝒶

𝒜𝓉𝓉ℯ. ℒ𝒶𝓇𝒾𝓈𝓈𝒶

Simplemente la amaba
Al abrir la caja una capa color vino de terciopelo se encuentroba perfectamente doblada con un broche de oro en forma de mariposa, Danáe rápidamente se lo colocó y salió a esperar a Riss
-Estas preciosa-escuchó Danáe y volteó, viendo a Riss en un elegante vestido del mismo color que su capa
-Gracias alfa-contestó Danáe y tomó su mano, ambas caminaron hasta un pequeño acantilado en el que se veía el anochecer y había una pequeña cabaña con una chimenea humeante, ambas entraron y se sentaron en uno de los sillones
-¿Te gusta la vista?-preguntó Riss
-Me gustas tú-contestó la omega y Riss sonrió, sus blancos colmillos contrastaban con el color vino de su labial
En sus perfectos labios
-Bésame-dijo sin pensar la omega
-No tienes ni que pedirlo-contestó Riss orgullosa y la tomó de la cintura acercando sus cuerpos
-Te amo-dijo Danáe rompiendo el beso por un segundo, para después unirse otra vez. Una de las manos de Danáe jugaba con el cabello suelto de Riss mientras con la otra se sujetaba de ella, mientras las manos de Riss estaban ocupadas desabrochando el pequeño broche de mariposa de la capa, la cual cayó al piso segundos después
Junto a sus vestidos
E

l calor de sus cuerpos contrarrestaba el frío del ambiente, juntando el calor de la chimenea que formaba el ambiente perfecto
La piel de Danáe se erizaba bajo el suave toque de Riss, quien dejaba varios besos en su pecho mientras acariciaba su espalda. Danáe se montó sobre ella y Riss pasó sus manos por sus muslos, para después levantarla y recostarla sobre la suave alfombra y repartir besos por todo su cuerpo, bajando hasta el borde la ropa interior de Danáe, la cual fue quitada segundos después, el aroma de la alfa se sentía espeso y picante, mientras el de la omega se volvía cada vez más dulce y atractivo
-¿Estas lista?-preguntó Riss y Danáe asintió
Su cuerpo no respondía a ella, respondía al tacto de Riss
Sus cuerpos se unieron y Danáe se agarraba de la espalda de Riss con toda su fuerza
Como si fuera a hundirse
El dolor se convirtió en satisfacción, y el fuego en pasión que rodeaba el ambiente. Riss se movía mientras seguía dejando húmedos besos en la piel de Danáe, quien no dejaba de jadear mientras se aferraba a Riss
Su primera noche juntas
Pronto ambas llegaron a su punto más alto, y cayeron dormidas enredadas entre sábanas y vestidos

InviernoWhere stories live. Discover now