El amor llama a mi puerta (SÇK- 2da. temp.)

Parte 11- ♥♥Capítulo 50- La vida después de la vida♥♥

"Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol." (Martin Luther King- pastor y activista estadounidense por lo derechos civiles de los afroamericanos, 1929-1968)

La esperanza, es el faro de luz que nos guía a través de nuestras sombras; es la antítesis de cada situación adversa y dolorosa que atravesamos, que despierta esa reserva desconocida de coraje y tenacidad que llevamos en el alma. De vez en cuando, las circunstancias de la vida nos sonríen, sabiendo que nos han dejado sorpresas ocultas, que poco a poco se van revelando. Se paran frente a nosotros en medio del camino: no es posible avanzar sin enfrentarlas, y mucho menos ignorarlas. Es una muestra hermosa de que, todo aquello que un día dimos por perdido o resigamos, vuelve a nosotros en la forma perfecta, y en el instante justo para hacernos felices.

Para Serkan, esta es la vida después de la vida, la felicidad después del dolor: cuando pensaba que iba a morir, cuando creía llevar una bomba dentro de él a punto estallar, su deseo de vivir echó raíces en Kiraz, y hoy en su segundo hijo aún no nato. Es la única forma de vencer a la muerte, al dejar una buena semilla en este mundo, que perpetúe la esperanza y el amor con los que vivimos en nuestro tiempo.

De todas las formas de amor que han vivido Eda y Serkan, la familia es el premio por excelencia que merecen ambos, y disfrutar cada momento mínimo con sus seres queridos, porque es justamente en esos instantes, donde se esconde la grandeza de la vida.

PRIMER DIA

♥"Un padre no es el que da la vida, eso sería demasiado fácil, un padre es el que da amor." (Denis Lord- novelista canadiense, 1900-1957)

Una vez hechas las paces con Engin y Pyril, Serkan regresa a casa, en donde Eda esperaba impaciente su llegada. Aunque intenta disculparse, Eda lo interrumpe y le entrega en su mano un regalo, que lo toma por sorpresa al descubrirlo: era un sonajero, y si bien no entiende el motivo, lo acepta esperando una explicación. Mientras sostiene el sonajero, Eda le dice "a veces hay que agitarlo para oír, ya que pronto esta casa se volverá muy ruidosa"; por un breve instante, procesa las palabras y el regalo, hasta que entiende el dulce mensaje que le está dando su esposa, porque viene un bebé en camino. La respuesta es aún más hermosa: "pensé que no podrías hacerme más feliz de lo que era hasta ahora, ¿y ahora tendremos otro hijo? ¿entonces estás embarazada? ¿estás realmente embarazada?", Eda le responde "hay un pequeño Bolat, tuyo, mío y de Kiraz", pero la emoción le dice "espera un minuto, mi cabeza da vueltas... quiero arrancarme el corazón y dártelo, y no sé qué hacer ahora, de verdad... eres increíble, simplemente te adoro", y en un arrebato de emoción la alza en el aire, pero al bajarla de nuevo, le dice asustado "cometí un error, ¿eh? Estás embarazada y no debería levantarte", y aunque Eda le dice que lo tome con calma, le sugiere ir al médico de inmediato. Sin poder creerlo todavía, le vuelve a preguntar si es cierto y si no es un sueño, y le dice "no te dejaré sola en este embarazo, estaré ahí todo el tiempo, y haremos todo juntos, te bañaré, iremos juntos al baño, dormiré, comeré todo lo que comas, si estás embarazada, yo también"; Eda le dice que la asusta y que no debe exagerar tanto, y dejar que el bebé crezca silenciosamente dentro de ella, pero Serkan insiste en decirles a todos e incluso propone hacer una fiesta, ella le explica que durante los primeros tres meses no hay que decírselo a nadie por la seguridad del bebé, por lo que entra de nuevo en pánico y quiere ir al médico, cuando cae en cuenta que no sabe quién es el médico; acuerdan no decírselo a nadie, dice que a Kiraz deberán prestarle más atención porque de lo contrario se pondrá celosa, y agrega "tengo que prestar más atención a las dos mujeres importantes en mi vida, haremos todo, pero primero, el problema debe resolverse con el médico", entonces para que se calme, Eda le informa que ya tiene un médico y seguirán con él, e insiste en ir de inmediato a visitarlo. Antes de irse, Eda quiere cambiarse de ropa, y si bien da unos pasos en dirección a la casa y lo llama para que la acompañe, Serkan se queda hablando consigo mismo, disfrutando de su momento de felicidad "no puedo creer que me convertiré en padre por segunda vez... Serkan Bolat es simplemente asombroso... Serkan Bolat, eres increíble"; ella lo sigue llamando, y él le dice "me convertiré en padre, Eda, por segunda vez, pero esta vez sé que me convertiré en padre".