7. Destino

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La ojiverde comenzaba a recuperar el conocimiento, sentía su cuerpo pesado y se sentía algo aturdida, luego de que al fin logró abrir los ojos por completo, se puso tensa pues estaba en una especie de habitación la cual no conocía.

Luego recordó que estaba junto a Haliee, pero la chica no se veía por ningún lado, ella estaba sola en esa habitación y fue cuando a su mente volvieron las palabras de aquella chica, la había llamado madre, Haliee le había dicho madre a Josette, pero como era eso posible, si bien ella nunca le pregunto su edad, era evidente que la chica era de su misma edad o incluso de la edad de las gemelas, todo era tan extraño.

Haliee, Josette y las gemelas, entonces eso quería decir que ella era hermana de Jojo y Lizzie, pero como rayos era eso posible.

Su mente estaba a punto de estallar cuando de repente un hombre entró a la habitación y llevaba a la rubia con él, dejándola en el piso inconsciente, la ojiverde aún se encontraba muy débil así que cualquier intento de ataque solo sería un fracaso, así que solo se acercó a la rubia para ver en qué estado se encontraba sin notar que el hombre había desaparecido dejándolas solas.

Penélope -maldición! Todo esto es mi culpa —repetia en su mente, sintiéndose furiosa al no poder hacer nada, pues muy apenas y ella podía mantenerse en pie

Penélope se quedó sentada aún lado de la chica que seguía en el suelo inconsciente, preguntándose que era exactamente lo que Josette pensaba hacer con ellas, cuando vio la puerta abrirse y esta vez quien entraba era su madre.

Morgana -Penélope veo que al fin despertaste! Te ves agotada —sonrió maliciosamente

Penélope -qué es lo que pretendes madre?

Morgana -seguir con mi venganza, por supuesto, ahora que Josette esta aquí seguiré con mis planes

Penélope -madre tú y yo teníamos un trato -ñ—dijo furiosa pues estaba en total desventaja

Morgana -ya cumplí con mi parte, no les hice daño en todo este tiempo, pero ahora todo está a mi favor —y la ojiverde nuevamente cayó al suelo inconsciente por un hechizo que su madre había conjurado

Penélope escuchaba voces pero no lograba distinguir de quien eran, una voz de un chico que la llamaba para que luchará y enseguida una voz femenina que le pedía que despertará, qué carajos estaba pasando, se preguntaba mientras intentaba abrir los ojos pero le era imposible, ella en su desesperación gritaba pero la voz no le salía, quería moverse pero su cuerpo no le respondía, todo era demasiado para ella.

Su mente estaba al punto del colapso pero a su mente vino hope con una sonrisa en su rostro, luego la vio extendiendo su brazo poniendo su mano frente a ella para que la tomara y luego vio a la pequeña jo, su mente le estaba dando motivos, esos pensamientos solían darle valor en momentos como ese, así que tomo todas sus fuerzas y abrió los ojos al fin, todo era un destello incesante, así que nuevamente cerro sus ojos para intentar abrirlos de nuevo lentamente, todo a su alrededor parecía borroso viendo frente a ella una figura que no podía reconocer hasta que al fin sus ojos se acostumbraron nuevamente a la luz y vio a Haliee a su lado, la ojiverde sonrió al verla mismo gesto que correspondió la chica cuando al fin la vio volver en sí.

Penélope -haliee, estas bien? —intentó ponerse enseguida de pie pero la rubia lo evitó

Haliee -estoy bien, descuida, no tan rápido aún estás débil —haciendo que la ojiverde siguiera recostada

Penélope -qué sucedió? —miró a la chica mientras veía que seguían en la misma habitación, llevando ambas manos a su cabeza

Haliee -oye debo hacer algo para que estés mejor de acuerdo, solo que... —pero Penélope asintió de inmediato, así que Haliee conjuro rápidamente un hechizo  -《Exum Sue, Redem Su, Quo Pas》 《Raverus un Satis Magicae》 esto ayudará a que te recuperes, buscaré una salida, no puedo ponerte más en riesgo

☆ Nada Es Como Antes ☆ POSIE Where stories live. Discover now