38. No puedo dejarte

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Una semana había pasado desde que la ojiverde había caído en Malivore, aunque Clarke quiso apresurar las cosas para evitar que Penélope pasara  más tiempo en esa prisión las estadísticas eran bastante malas, ya que cualquier hechizo que él intentaba hacer para salir de esa prisión cada uno de ellos solo eran un completo fracasó.

Penélope -Oye que sucede? -preguntó la ojiverde, pues después de unos días ella había notado al chico algo ansioso

Clarke -no es nada, solo lamento aún no poder hacer algo para que puedas salir de aquí -dijo algo frustrado

Penélope -tranquilo, pronto veremos la forma de salir de aquí -dedicándole una cálida sonrisa

Clarke -aun no logro descifrar del todo este lugar, cuando creo tener la solución es como si cambiaran todas las opciones -suspiró pesado

Penélope -tranquilo Clarke pronto saldremos de este lugar -tomando su hombro en señal de apoyo

Al llegar la tarde el chico le propuso unir esfuerzos y fue así como ambos comenzaron a invocar hechizos los que pensaron que podrían servirles para escapar, pero ese lugar era como si consumiera toda la magia que se conjuraba casi al instante.

Luego de conjurar un sin fin de hechizos de los cuales la mayoría habían sido un completo fracasó el chico comenzaba a desistir creyendo que nada de lo que hacían daría resultado.

Penélope -una vez más, intentemos con un conjuro más -dijo al ver que el chico estaba perdiendo la esperanza

Clarke solo sonrió al ver a la ojiverde decidida y asintió, ambos invocaron un hechizo más, estaban agotados pues habían puesto una gran parte de su energía para realizar hechizo tras hechizo sin obtener éxito, pero después de tantos intentos fallidos parecía que su suerte estaba cambiando pues notaron que un tipo de portal aparecía frente a ellos, Penélope rápidamente tomó la mano del chico al sentir que estaba siendo arrastrada por la fuerza de aquel portal pero al parecer al obtener un peso extra esa posible salida había desaparecido frente a ellos.

Penélope -qué ha sucedido? Maldición estuvimos a punto de lograrlo -el chico solo la miró pensativo

Clarke -intentémoslo una vez más, esta vez tiene que dar resultado -la ojiverde asintió pero tomo las manos de él con gran fuerza

Clarke sonrió pero hizo que su agarre cambiará tomando ahora él las muñecas de la ojiverde con firmeza

Penélope -Clarke saldremos de aquí! -sonrió con entusiasmo

Después invocaron una vez más el hechizo, la misma especie de portal comenzaba a formarse justo frente a ellos, Clarke pudo sentir como eran arrastrados por una energía que emanaba de aquella especie de puerta, pero podía sentir que el arraste era débil, así que sonrió al ver a la ojiverde y soltó uno de sus brazos

Penélope -Clarke que haces? -se sorprendió cuando vio al chico soltarla y casi fue arrastrada pero él aún la sostenía con una mano

Clarke -ya lo entendí, solo uno de nosotros podrá salir de aquí -y fue así como soltó su agarre pero rápidamente la ojiverde se aferro a él

Penélope -no! No te dejaré, ni lo pienses. Clarke ambos tenemos que salir de este infierno

Clarke -no en esta ocasión penny -soltándose por completo de la ojiverde, sonrió al ver que ella era arrastrada por la fuerza del portal

Penélope -Clarke, no debe ser así, no puedo dejarte solo una vez más -fueron las últimas palabras que logró decir antes de desaparecer ante la vista del  chico

Clarke -todo estará bien penny! -dijo sin poder ser escuchado y luego sonrió al darse cuenta que ella había logrado salir

Poco después se apresuró para llegar a un lugar seguro ya que en el sitio en el que estaba era uno de los más peligrosos en ese mundo carcelario pero también era el más indicado para poder hacer hechizos, ya que era en el que la magia tenía un poco más de tiempo antes de ser absorbida por completo.

A pesar de no haber logrado escapar junto con la ojiverde, sonrió satisfecho de que la chica logrará salir de ese infierno, pues todos esos días él se había esforzado porque ella no viviera las temibles situaciones a las que se había tenido que enfrentar a su llegada

Luego de ser expulsada de Malivore Penélope se encontraba algo aturdida pues no recordaba mucho de lo que había sucedido, no entendía que hacía en medio de la nada, la gran oscuridad que la rodeaba le impedía saber exactamente donde se encontraba.

Poco después logró reponerse un poco, decidiendo buscar algún sitio cercano en el cual pudiera refugiarse, hasta que luego de caminar durante un largo tiempo logró ver una especie de luces que para su mala suerte aún se encontraban algo lejanas. Algo que significaba que aún le quedaba un largo camino para llegar hasta ellas.

Se alegro cuando pudo llegar al lugar que era una especie de paradero, un tipo café poco habitado para su desgracia, se apresuró a entrar al lugar se acercó a una especie de barra que se encontraba solitaria, cuando estaba a punto de darse por vencida notó que una chica se asomaba en su dirección.

Se apresuró a preguntar en donde se encontraba, a lo que la chica le respondió que se encontraba en Virginia, sonrió pues no estaba tan lejos de casa, luego le pregunto a la chica si tendría algún teléfono, pocos segundos ella estaba llamando esperando a que el teléfono le diera línea.

Hola! -se escuchó en la bocina, la ojiverde sonrió al escuchar la voz detrás de aquel aparato

Hola! Sabrina, siento llamarte tan tarde pero necesitó volver a Mystic Falls -suspiró al no obtener respuesta

Lo siento! Quién habla? -dijo la rubia algo confundida, la ojiverde solo suspiró una vez más

Soy Penélope! Estoy llamando desde un paradero a las afueras de Virginia, es complicado pero te lo explicaré después necesitó que vengas por mí -una vez más la chica tras el teléfono tardaba en dar un respuesta

Lo siento! Es algún tipo de error, no conozco a ninguna Penélope, siento no poder ayudarte -así que colgó la llamada sin esperar respuesta

Penélope se quedo incrédula por lo que su amiga había hecho, suspiró algo irritada.
Maldición!! Sabrina juro que no estoy para bromas en este momento -dijo frustrada y pidió a la chica permitirle hacer una llamada más, después de un par de timbres al fin su llamada fue atendida

Hola?! -dijo la chica el doble de confundida

Sabrina!! Basta de bromear, de verdad necesito que vengas por mí

Siento la confusión pero no estoy haciendo ningún tipo de broma, lo siento, pero no tengo idea de quién eres. Y como te dije hace un momento no conozco a ninguna Penélope -dijo la rubia esperando una respuesta ya que se le había hecho grosero haber colgado la primera vez

Lo entiendo! Perdón por la confusión. -Penélope solo dejo salir un suspiro pesado y después colgó

Regresó el teléfono a la chica que estaba a su lado y le agradeció el gesto, poco después salió del lugar, sin entender muy bien lo que sucedía.

Llego a una especie de parada, la chica de la cafetería le había dicho que allí podría tomar un autobús que la llevaría a Mystic Falls, esa chica había sido una gran ayuda pues no solo la había atendido a pesar de las altas horas de la noche y le había permitido comunicarse con su amiga, sino que ella le había dado un poco de dinero para que se pudiera trasladar al pueblo, después de una larga espera un autobús se acercaba a la parada.

Después de abordar las pocas energías que le quedaban habían sido consumidas  cayendo en un profundo sueño. El mismo en el que ahora su subconsciente vivía una especie de revelación en la que escuchaba su propia voz y la de un chico que le hablaba de algo llamado Malivore, escuchaba pequeños fragmentos de la conversación con aquel chico.

"quien entra aquí es olvidado, así que aunque lo quisieras no hubieras podido hacer algo, yo fui olvido por todos"

"olvidado?"

"quien entra en Malivore es borrado de la memoria de las personas que viven en el exterior es como si su existencia fuera desecha"

"entonces..."

"ahora que estás aquí... sí, nadie del exterior podrá recordarte Penélope".

Luego de esas últimas palabras ella despertó algo agitada acaso su sueño era real y nadie podría recordarla, no podía entender por que ese chico de su sueño le había dicho eso y mucho más que eso no comprendía que era Malivore.

☆ Nada Es Como Antes ☆ POSIE Where stories live. Discover now