☆ Nada Es Como Antes ☆ POSIE

11. Penélope ha vuelto

En la cabaña una muy ansiosa y preocupada Haliee daba vueltas en la sala, mientras que Kai se preguntaba si había hecho bien en dejar ir sola a su sobrina, el ambiente era algo tenso pues después de largas horas de que la ojiverde se había marchado aún no regresaba, ya era muy tarde y no daba ninguna señal de que volvería, seguro algo malo había pasado y ellos se encontraban en eso sitio sin poder hacer nada.

Haliee -kai ella volvió, al fin volvió -dijo con gran paz en sus palabras después de que logró ver las luces del auto dirigiéndose hacía la cabaña

Kai -qué le ocurre a esa niña, no tiene idea del susto que nos ha provocado

La ojiverde detuvo el auto, suspiró profundo, no podía ocultar su enojo, realmente ella se tomó todo el tiempo necesario para bajar del auto, el enojó que sentía ahora debía canalizarlo pues las personas que se encontraban allí dentro no tenían nada que ver con ello

Kai -nos tenías preocupados, anda siéntate, comamos algo y dinos que paso -la rubia solo miró a penelope ella se veía decaída y muy molesta

Penelope -yo, ah... yo iré a ducharme, no me esperen -paso de largo evitando cualquier contacto visual

Kai -ve a ducharte y vuelve aquí con nosotros  -dijo sin obtener una respuesta por parte de la ojiverde

Haliee -ella esta bien? -el ambiente se había tornado bastante tenso

Kai -algo sucedió, pero será mejor dejarla hasta que ella esté lista para hablar- la rubia solo asintió, mientras kai suspiró profundo

Después de un largo rato, la ojiverde salio de la habitación como su tío se lo había pedido, sabía que comportarse como un cretino frente a ellos sería injusto, así que tomo tanto aire como pudo y salió con una expresión diferente debía mostrarse serena ante ellos

Kai -cariño, ando ven aquí, comamos algo -le hizo haciéndole una seña al verla completamente perdida en aquella puerta

Penélope -no tengo apetito tío -sin embargo, se sentó para acompañarlos dando una ligera sonrisa

Kai -Pee sucedió algo? -era imposible que no se preocupara, ella era su pequeña

Penelope -nada en absoluto, tenías razón las cosas en el colegio están tan jodidamente perfectas -dijo tratando de controlar su mal humor

Haliee pudo notar el enojo de la ojiverde pero que había sucedido, apenas hace días estaba emocionada por volver y ahora parecía que odiaba ese sitio

Penélope -iré a dormir, que tengan buena noche -parándose rápidamente y entrando nuevamente a la habitación

Queria romper todo a mi alcance, me sentía adolorida, sin fuerzas una vez más, me sentía entumecida, eran golpes y heridas invisibles, eso a lo que le llaman sentirse vacío, pero es un tremendo peso emocional que debe cargar uno solo, una vez más me había sentido sola, aún y a pesar de que sabía que estaba rodeada por personas que se preocupan por mí, pero es que estaba tan cansada de ser fuerte, era tan agotador serlo, por una vez más sentía la necesidad de abandonarlo todo, una vez más me había perdido a mí misma. Y fue cuando recordé el dolor que sentí cuando estaba bajo la presión de mi madre, recordé las ganas de no querer sentir más y de que todo esto terminará de una buena vez.
Dolía, quemaba y desgarraba mi ser, sentirme vacía una vez más.

Pero ella no era la única, pues luego de regresar del bosque Hope no paraba de castigarse mentalmente y se preguntaba que estaría sintiendo Penélope, ella había sido tan idiota y sin pensar le había dicho lo de la relación de Josie, era obvio que su amiga seguía amando a la pequeña.

Se dirigió lo más rápido a su habitación en esos momentos lo menos que quería era hablar con alguien, esto no debía sentirse así, un encuentro amargo debía sentirse la emoción y feliz por haberla encontrado.