Capítulo 10

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- ¡Viernes! - gritó Jack según oyó la campana del instituto que finalizaba la última hora de clase del viernes.

- ¡Jack, por favor! Te he dicho mil veces que no chilles en clase -le dijo el profesor que comenzó a recoger los papeles que había encima de su mesa.

Jack le ignoró levantándose de la silla y dando saltitos de emoción. El profesor suspiró. Yo empecé a recoger los libros y a organizar los deberes que tenía que hacer aquel fin de semana.

-Bueno chicos, espero que paséis un buen fin de semana. Hasta el Lunes. -se despidió el profesor abandonando la clase.

La clase de historia era la última clase de los viernes. Había cuatro clases de segundo de bachiller y yo coincidía con Jack y Rapunzel. Astrid y Mérida coincidía en otra clase y Eugene iba solo a otra. La gente comenzó a salir de clase y Jack seguía bailando mientras los demás terminábamos de recoger. En tan solo dos minutos Astrid y Mérida ya habían entrado en nuestra clase.

- ¿Que hay nenas? ¿Se os ha hecho amena la última clase de la semana? - preguntó Jack subiéndose a la tarima y cogiendo una tiza de la pizarra.

-Buff... calla. Matemáticas no podría ser más aburrido -bufó Mérida.

Jack se rió y comenzó a garabatear en la pizarra. Astrid se acercó a mí.

- ¡Eh! Bobo. Se te ha caído el dibujito- dijo Astrid nada más acercarse a mí señalando a un dibujo de un gato que había en el suelo.

Me reí. Era un dibujo de Desdentado que había hecho en clase. Muchas veces me dedicaba a pintar, era algo que se me daba bien y encima era perfecto para cuando me aburría en clase, ya me habían llamado más de una vez la atención en clase por estar pintando y no atendiendo. Me levanté para cogerlo, sin decir nada.

-Todos hablan de la relación de mi pajarito y yo. ¿Pero tú también tienes algo con ese gato, eh? - comentó Astrid apoyándose en mi mesa.

- ¡Venga ya! Lo mío no es tan obsesivo.

- ¿Qué dices idiota? - dijo riéndose.

- ¿Quieres más a tu pájaro o a mí? - bromeé.

Astrid se empezó a reír y me pegó un pequeño codazo en las costillas. Me quejé al sentir una punzada de dolor. Pero no le dije nada, era normal en ella que hiciera aquello, estaba acostumbrado a que me diera muestras de cariño a base de la violencia. Se acercó a mí y puso sus manos sobre mi cara como si fuera un niño pequeño.

-Es verdad que quiero mucho a mi pájaro. Pero a ti también te quiero. - dijo haciendo pucheritos.

-Ya. Pues no se nota. Si para decirme que me quieres me tienes que pegar, no me quiero ni imaginar cómo acabaría si me casara contigo.

Astrid volvió a reírse y se quedó mirándome sin apartar la vista de mí. Por unos segundos me perdí en sus ojos azules como el cielo. Sonreí. Se acercó a mí hasta que nuestros labios se rozaron. Nuestras bocas se unieron. Comencé a besarla ignorando todo lo que había a mi alrededor.

- ¡Iros a un hotel! - nos interrumpió Mérida desde el otro lado de clase donde conversaba con Rapunzel.

Astrid se apartó de mí y le dedicó una mirada asesina. Solté una carcajada. Vi como Eugene entraba a clase con la mochila colgándole de un lado.

-Bueno, que, ¿Nos vámonos? - dijo Eugene.

Salimos todos de clase y cruzamos el instituto, mientras Jack entusiasmado nos hablaba de la fiesta de Elsa sin parar. Llevaba días hablando del tema, a veces resultaba incluso molesto.

- ¡Me ha dicho Elsa que tiene incluso una piscina! ¡Flipa! Esa tía debe de vivir en una mansión - explicó Jack.

- ¿Una piscina? ¿Y para qué quiere una piscina? - preguntó Eugene.

- ¿Eh? ¿Para bañarse igual? - dijo Astrid irónicamente.

- ¿Te aplaudo en la cara? - le respondió Eugene.

Astrid le dió un golpe en el hombro.

-Pues no sé vosotros, pero yo voy a llevar bañador- dijo Jack.

- ¿Bañador? Tío que vamos a una fiesta no ha una competición de natación. - dije yo.

- ¡Joder! Y me diréis que nos os molaría estar en la típica fiesta con piscina rodeados de tías buenas en bikini en colchonetas de estas que son súper guays.

- ¿Eso para vosotros no? - dijo Rapunzel refiriéndose a los chicos. -Bueno... y a Mérida...

- ¡Eh! Que yo no soy como estos. - exclamó Mérida.

-Con un poco de suerte hay una socorrista buenorra... - fantaseó Jack.

-Igual en vez de una chica socorrista hay un tío socorrista - se rió Eugene- Te imaginas que te ahogas y te tiene que rescatar el tío, y te hace el boca a boca y eso... Sería muy gay.

No pude evitar reírme de aquel comentario. Estaba claro que Jack seguía fingiendo que le gustaban las chicas y que Eugene todavía no tenía ni idea de nada. Seguro que Jack prefería un socorrista antes que una socorrista.

- ¡Calla! No me seas gafe por favor - dijo Jack tratando de bromear.

-Fijo que el socorrista es un tío - dijo Mérida.

-Oh... Que penita, eh, Mérida - se rió Jack.

Hablamos durante 10 minutos más en la salida del instituto y quedamos para ir a la fiesta. Aparte yo quede con Astrid aquella misma tarde para que viniera a mi casa y estuviéramos juntos.

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Y otro capítulo de relleno xD

Buuf, 10 capítulos. Me acuerdo que cuando termine de escribir este capítulo me sentí orgullosa por haber sido capaz de llegar a 10 capítulos. Nunca en mi vida he llegado a escribir tanto sobre una historia que me he inventado yo por placer. Siempre acababa borrando las historias que empezaba, pero ha esta le veo algo de futuro xD .

He puesto que van a bachiller porque yo soy de España y aquí hay bachiller. En otros países no se que habrá pero bueno... Vosotros imaginaros lo que queráis. Se supone que todos tienen 17 (Menos Jack que los cumple en diciembre)

Me parece muy cortito este capítulo así que... si me da... Puede que suba otro, no se xD

Eso es todo todito, gracias a todos los que leéis mi historia me votáis y me dais estrellitas, sois amor <3

(Créditos a AlexDasMaster en DevientArt la foto)


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