Capítulo 23

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(Flashback)

No sería capaz de describir lo que mi amigo me hacía sentir cuando nos besábamos. Me olvidaba de todo lo que me rodeaba y me centraba en él, en sus suaves y dulces labios.

Esta vez todo era diferente, las anteriores veces, cuando le había besado mi mente se olvidaba de que a quien besaba era a Jack. Pero ahora sabía que era él. Y me daba igual. Era totalmente consciente de que en aquel mismo momento, le estaba poniendo los cuernos a Astrid, y también era consciente de que me gustaba besar a mi amigo.

Jack colocó sus manos sobre mis muslos y las fue subiendo hasta llegar a mi cadera. En cuanto llegó me rodeó por la cintura y me atrajo más hacia él. Mis manos soltaron su cara para bajar por su cuello y apoyar los brazos sobre sus hombros. Tuvimos que separarnos para poder coger aire. Respiré entrecortadamente. Mi corazón iba a mil por hora. Nuestras miradas se encontraron. Me sentí hipnotizado por sus ojos azules, tan azules... que me transmitían frío. Jack acercó su cabeza a la mía, incluso parecía que quería oler mi pelo. Cerré los ojos. La siguiente parada de los labios de Jack era mi cuello. Se me puso la piel de gallina. Jack comenzó a besarme el cuello lentamente.

-¿Por qué estamos haciendo esto?- susurré.

Jack me ignoró. Subió hasta llegar a mi oreja, la cual también besó por la parte trasera. Mi cuerpo se estremeció por una pequeña oleada de placer que me produjo el sentir los labios de Jack por aquella zona. Una vez leí que las orejas eran una parte erógena del cuerpo humano, ahora entendía porque. Agarré la cabeza de Jack con ambas manos y emití y pequeño gemido.

-Jack... - suspiré su nombre.

Jack parecía no querer parar. Ya me habían besado antes en el cuello, pero no de aquella manera. Se notaba que mi amigo había practicado mucho con diferentes chicas. No pude resistirme a gemir. De verdad que aquello sentaba bien...

Abrí lentamente los ojos y lo primero que vi fue a Desdentado que nos miraba desde el suelo. Este giró la cabeza aturdido y maulló.

-Jack... Desdentado nos...- no pude seguir hablando por culpa de otro gemido que me salió de forma involuntaria.

Jack se separó de mí lentamente y clavó la vista en Desdentado.

-No le cuentes a nadie esto Desdentado- le dijo Jack divertido al gato.

Jack me volvió a mirar sonriente.

-¿Qué? ¿Te ha gustado? - me preguntó.

Me puse rojo como un tomate en el acto.

-Bueno... - dije.

-Venga... No vale decirme que no. Estabas gimiendo.

Me puse incluso más rojo. Miré hacia otro lado de la vergüenza. Jack se empezó a reír.

-Eh - Jack me agarró de la barbilla y me volvió a girar la cabeza para que le mirara - No tengas vergüenza.

-¿Pero cómo has...?

Jack me miró impaciente de que terminara la frase.

-¿Como cojones consigues...? - no podía terminarla, me estaba muriendo de la vergüenza.

-Truquitos que he ido aprendiendo. Un beso en el cuello puede ser mucho más de lo que la gente se espera. Podría incluso hacer que tuvieras un orgasmo con tan solo besarte en cuello.

No supe qué decir ¿Cómo pretendía que le contestara a eso?

- Ya sabes. Me he liado con muchas tias. Lo raro es que nunca he llegado muy lejos con ellas... salvo con una.

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