Twisted Wonderland

Escenario 2: Escote

Planeaba hacer otro tipo de reacción, pero es más triste y como que ahora no, tal vez en otro momento.

Como sé que está historia no va recibir pedidos pronto es mejor que avance por cuenta propia.

Tema: estos encantadores chicos te ven con escote, ¿cómo reaccionan?

Contexto: Yuu siempre llevaba sueteres, unos más gruesos que otros, de distinta longitud y grosor, pero era extraño verla sin uno. Por lo general llevaba camisetas.

Un día sin embargo (y gracias al trío problemático), terminó con su chaqueta empapada al igual que su cabello, por lo que a quitarsela dejó ver que llevaba una camisa negra escotada de tirantes, apretada alrededor de pecho y suelta en el estómago, junto al cabello largo que solía mantener en una trenza suelto tenía una apariencia algo diferente y para muchos "sensual"...

Personajes: Epel, Jade, Floyd, Kalim, Deuce y Silver.

Esto va a ser divertido, jeje.

🍎 Epel Fermier.

Este tier- ejem, perdón, atractivo chico estaba recibiendo las estrictas órdenes del líder de Pomefiore acerca de sus modales, por fuera estaba con un rostro serio pero por dentro quería acabar con su existencia.

Se encontraba en una aula vacía mientras era el descanso haciendo una rosa en una manzana, refunfuñando de paso. Estaba tan ensimismado que no oyó cuando abrieron la puerta.

—Whoa, calmate, vas a invocar a algún demonio, o peor aún, a Vil—dijo la chica sin magia divertida, mientras entraba.

Epel casi se corta al oír su voz, intentó calmarse y levantó su mirada intentando parecer seguro y "masculino".

Con sólo verla esa mirada se desplomó. Su rostro se puso tan rojo como la manzana que tenía.

Se veía tan... hermosa.

—¿Uh, pasa algo, Epel?—preguntó la chica con una sonrisa traviesa mientras se sentaba a su lado.

—... ¿por qué lle-llevas eso puesto?—con ese tartamudeo sentía como su dignidad se iba.

La chica con suavidad sonrió esta vez, apiadandose de los nervios del chico.

—Bueno, tuvo un inconveniente con el trío dinamita, además, me gusta vestirme así—respondió la chica con simpleza mientras se hacía una coleta—, ¿no piensas igual?

—¡N-no! Para nada, so-solo me sorprendí... te ves muy bien—dijo el de cabello lavanda, arrepintiendose por ser tan directo, sin embargo ella le sonrió con dulzura, haciendo a su corazón dar un vuelco.

—Gracias por el cumplido, ¿puedo quedarme aquí hasta que tengamos que ir a clases?

—Por supuesto—él chico no sólo estaba maravillado por la belleza de la joven, sino también su seguridad.