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— Amor ¿enserio Matt? — asintió — eso no se consigue así y lo sabes perfectamente.

— A veces hay que ayudarle un poco al destino — tomó mis muñecas y lo mire aterrada.

— No porfavor — me soltó.

— Quítate la ropa — pidió y negué.

— ¿En que te convertiste? — no reconocía al hombre frente a mi.

— Tu me convertiste en esto — salió dando un portazo, hubo silencio algunos minutos, luego escuché la voz de una mujer, talvez me pueda ayudar, abrí la puerta.

Encontré a Matt mientras aquella mujer lo llevaba de la mano a la habitación frente a mi.

— Soy Verónica su mujer por si te lo preguntas — dijo para cerrar con seguro la puerta.

Regresé a la habitación, encerrarme era algo absurdo si Matt tiene todas las llaves.

Intenté dormir pero los gemidos de la tal Verónica no me dejaban.

Era verdad lo que decía Mar, él tiene a alguien, pero ¿que pretende hacer conmigo? ¿Cómo es que me trajo hasta aquí? ¿De dónde sacó dinero para todo esto?

Trataba de dormir pero los pensamientos no me dejaban en paz, creer que Alec era el hombre perfecto cuando en realidad es lo contrario.

Fingi dormir al escuchar que abrían la puerta.

— Sé que estas despierta — no respondí y me aferre mucho más a las sábanas — No te haré nada, solo dormiremos.

Dio un beso en mi hombro y me moví.

— Déjame en paz Matt, ya me hiciste suficiente y por cierto habiendo tantas otras habitaciones escogiste esa — señalé.

— La escogió ella yo solo accedí — rodé mis ojos y me acomodé en la cama, debo buscar cualquier manera de escapar.

Pasó su brazo por mi cintura y lo moví.

— No me vuelvas a tocar o no respondo, Matt es la última vez que te lo advierto, si se supone que es tu mujer porque no duermes con ella — su agarre fue más fuerte sobre mi cintura.

— No te haré daño — susurró en mi oído.

— Ya lo hiciste y quítate hueles a alcohol — me soltó y giré para verlo de frente.

— Sé que me pasé contigo pero estaba bajo efectos del alcohol eso fue hace tanto tiempo.

— Ahora no lo estás ¿o si? y me tienes cautiva en una isla, entonces ¿que es lo que quieres? Estoy cansada de no saber que hacer, de no tener opciones de escapar, de tí.

— Apenas haz llegado así que acostúmbrate — no me pude contener  y di un golpe que logró esquivar — Te advertí que no lo volvieras a hacer.

— No te tengo miedo ya he perdido todo — negó con la cabeza.

— No es así, sé que temes, sé que estás confundida, sé que te puedo enamorar — no lo dude ni un segundo y le di una cachetada.

— Te lo advertí — me tomó en sus brazos y me llevó hasta otra de las habitaciones, mis intentos de escapar eran en vano, sentía mis mejillas húmedas por mis lágrimas y finalmente me encerró en la oscuridad de aquella habitación.

Decidí dejar de gritar porqué sé que por más que lo haga no me sacará de aquí, trate de recordar esta habitación en el plano pero definitivamente no lo estaba, él hizo cambios, no conozco por completo el lugar.

Cerca de tí Where stories live. Discover now