No quiero perderlo

261 27 4
                                    


Buscamos por todo el barco durante toda la noche.

No había rastros de ninguno de los dos.

Mandé a los chicos a dormir con la advertencia de que estuvieran alertas.

No podía estar tranquilo, aunque estuviera observando todo desde el timón con la noche y el océano en calma.

Trabé el comando con mi espada, agarré una linterna y empecé a revisar el Aurora por mi cuenta.

No es que no confiara en los chicos y si bien sabía que las razones por las que el azabache no aparecía era más malas que buenas y que si los otros superándolo en número no pudieron encontrarlo, las posibilidades de que el solo lo hiciera eran bastante bajas, sentía que era algo que debía hacer.

Así que lo busqué de popa a proa, incluso más veces de las necesarias, pero no había rastros de él.

Con los ojos llorosos regresé a mi puesto y estuve allí hasta que se hizo día y me tocó cambiar con Yunho.

Regresé a mi camarote y Seonghwa estaba ahí, durmiendo plácidamente.

Me quedé unos segundos estupefacto y luego me tiré encima de él.

— Park Seonghwa ¿dónde estabas? ¡Te buscamos por todas partes! Estaba muy preocu... digo los chicos estaban muy preocupados por ti — dije mientras lo sacudía para que se despertara.

Sus bonitos ojos se abrieron lentamente. Creo que San se equivocó, se parece más a un dragón que a un ave.

— ¿Qué pasa? — preguntó con voz ronca, aún demasiado dormido.

— ¿Qué "qué pasa"? ¡Estuviste desaparecido toda la noche con un dragón suelto y cerca! Te buscamos toda la noche ¿Dónde estabas?

Sus cuecas se abrieron más por la reciente información y tras verlo pensar un rato, contestó.

— Luego de nuestra discusión, fui a dormir a la bodega para liberar mi enojo sin molestar a nadie. No sabía que me estaban buscando, lo siento.

Que extraño, revisé hasta el último rincón de ese lugar dos veces por mi mismo y según el informe de los demás también estuvieron allí.

— ¿Seguro que estuviste en el almacén toda la noche?

— Bueno... cuando sentí frío vine para acá.

Asentí aun extrañado.

Quizás solo se escondió de mí por la discusión que tuvimos y ya.

— Estamos por tocar tierra, prepárate — avisé, a lo que el otro hizo una mueca y asintió.

Por precaución no me separé de ti, Seonghwa. Es una promesa.

Pirates and DragonWhere stories live. Discover now