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Esa misma noche fui llamada para una cena con mi familia, era realmente un par de veces que lográbamos cenar todos juntos en la semana. Por una u otra razón los integrantes de la familia nos encontrábamos ocupados.

Esta vez fuimos convocados por el propio duque dando a entender que tenía noticias que darnos, lo más probable es que el hecho de que la fábrica de carbón sea ahora de mi propiedad requería de una cena.

Fue cuando llegué a la ya conocida puerta del comedor que me pude encontrar con mis dos hermanos menores, Alan me saluda inclinándose un poco, al contrario de Anelle que me ignora por completo y abre la puerta.

Dentro de la habitación ya esperaban ambos duques en sus lugares, avance con confianza hacia el lugar que había estado ocupando últimamente que es el de a un lado de mi padre y fue cuando estaba a punto de sentarme que Anelle gritó.

—Abril, deberías dejarle ese lugar a nuestro hermano Alan. —Dicha petición nos tomó a los dos mayores por sorpresa, sobre todo a Alan quien ya estaba sentado en el lugar de siempre.

—¿Disculpa?

—Es el heredero de esta familia, deberías de conocer tu lugar. —Tomé aire para no estallar, lo que decía no era mentira sobre todo con las costumbres de esta época, al hijo barón siempre se le tenía preferencia.

—Y yo soy la hija mayor de esta casa, por lo tanto, me merezco estar en este lugar.

Estaba a punto de seguir con mi ataque, pero fui interrumpida y regañada por la duquesa, quien dijo que estaba haciendo un escándalo por pequeñas cosas, ¿Yo? Si la que había comenzado fue Anelle, y sobre todo esta vez Alan ni siquiera atacó como lo hacía algunas veces en el pasado.

—Tranquilos hijos míos y esposa mía, dejemos que Abril se siente esta vez aquí... La noticia que debo de darles tiene relación con ella.

Al final yo tenía razón cuando pensé que esta cena era para anunciar que la fábrica había sido entregada a mí. Fue cuando los platos estaban por ser terminados que el duque suelta la bomba y anuncia que la fabrica es mía.

Claramente dicha noticia tomó por sorpresa a todos en la mesa, por lo que pude escuchar mientras Alan discutía con padre fue que él ya tenía trato con algún marqués para venderle la fábrica y fue por eso que más temprano había salido de esa forma de la oficina de nuestro padre. El ambiente estaba muy tenso para cuando el postre fue servido, nadie hablaba y el aire se sentía pesado.

—También decidí invertir en el proyecto. —Habla de repente el duque.

Mi mano quedo en medio del aire con la chuchara que iba a mi boca, eso tampoco estaba previsto. Poco a poco cada vez más las cosas que no estaban en la historia principal cambian y claramente todo estaba siendo por mi culpa.

Ya lo había pensado con anterioridad, que mis acciones del pasado eran la razón por la cual el primer príncipe se me había acercado aquella vez fue por haberlo ignorado y por no haberlo visto como las demás damas. Pudo ser que dicha acción lo lleno de curiosidad que lo hizo hacer eso.

Por eso comencé a temer del futuro, a pesar de cambiar las cosas lo que estaba previsto a pasar termina ocurriendo, haga lo que haga las cosas suceden quiera o no.

El estómago se me revuelve y me levanto abruptamente de la mesa, me disculpo en medio de mis arcadas y salgo del comedor.

El miedo corre por todo mi cuerpo haciéndome temblar y temo por mi vida, ¿Realmente tengo que morir?

No me di cuenta cuando fue que ya no me sentía como una desconocida en este mundo, no me di cuenta de cómo las personas que eran extras ahora me parecían más humanas que nunca, aquella historia estaba dejando de tener sentido y parecía más como un sueño.

Soy la villana de esta historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora