El extraño rubio.

3.7K 154 3
                                    

Mi viaje de estudios ya acababa. Hoy era el último día lejos de casa, mañana debía volver a mi casa. ¡Estoy tan feliz! Mañana volvería a ver a papá, después de mucho tiempo. Veré a papá, a mi hermano, a Jill y a Maia. ¡Los he extrañado tanto a todos!

Estaba haciendo mis maletas, ya casi terminaba. Sólo me faltaba guardar algo de ropa. Cuando pensé en todo lo que aprendí en el lugar. Ahora sé cocinar demasiado bien, encontré un montón de recetas interesantes para todos.

Sonreí al terminar.

Entré a la ducha para bañarme antes de dormir, después me seque y me vestí.

Decidí salir a bailar, a dar una vuelta por ahí.

*.*.*.*.*.*.*

Después de la fiesta a la que fui, volví a mi departamento. ¡Pero estaba abierta la puerta de par en par! ¿Y si alguien había entrado a robar mis cosas? ¡Ay no!

Entré corriendo a mí habitación. Pero... ¡dentro de la cama había un chico durmiendo!

-Disculpe... señor... ¡despierte! -grite moviéndolo, pero él sólo estiro su mano y casi golpea mi nariz -¡Señor tengo que irme en dos horas! ¡Mi vuelo saldrá pronto! -grité y si se despertó y se incorporó de inmediato.

-¡¡¡Vuelo!!! ¡¡¡Debo volver a casa!!! ¡¡¡Mi abuela va a matarme!!! -grito mientras se levantaba de golpe y yo sólo me moví un poco -¡Gracias señora del aseo! -dijo corriendo y saliendo del lugar así tal cual.

¿Quién habrá sido ese sujeto? -pensé mientras sacaba mi maleta e iba afuera a esperar un taxi. Subí a uno y fui al aeropuerto.

Luego de dos horas y media, nos hicieron abordar. ¡Y para mi sorpresa estaba él! Nos sentamos juntos.

-¿Señora del aseo? -preguntó mirándome de reojo -Creí que estaba en clase alta.

-No soy ninguna señora del aseo -dije oliéndolo. Estaba borracho -Y usted está borracho.

-No lo estoy -en ese momento el avión empezó a volar. Y él gritó y se aferró a mí como un niño, lo empuje -¡Oiga! ¡¿No se da cuenta que vamos a morir?!

-¡No moriremos! -grité porque todos en el avión nos miraban raro -Y baje la voz.

-Usted... Ustedes -¿ustedes? ¡Ay no! Se estaba tambaleando -¡están locas! -dijo cayendo en mis piernas, en un profundo sueño con hipos.

-Señorita... -una azafata golpeó mi hombro -¿Quiere que la reubique? Hay algunos asientos disponibles.

-Muchas gracias, pero creo que lo cuidaré. Si él vomita o ocurre algo inesperado, usted tendrá la culpa de ello. Gracias -sonreí-No quiero que tenga problemas.

Y así... inicio mi vuelo de regreso a casa.

The True.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora