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—Dime pequeño, que dibujaste allí –la amable voz de la señora Choi lo distrajo de su pequeña burbuja, deteniendo el coloreo, dejando el lápiz negro a un lado mientras le enseñaba correctamente su dibujo

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—Dime pequeño, que dibujaste allí –la amable voz de la señora Choi lo distrajo de su pequeña burbuja, deteniendo el coloreo, dejando el lápiz negro a un lado mientras le enseñaba correctamente su dibujo.

La mujer esperó pacientemente una respuesta, analizando lo que el niño había trazado en el papel.

—Estos son mamá y papá –señala los muñecos de palo que había hecho, con caras sonrientes y un coloreo amarillo a su alrededor.

La señora Choi le había pedido amablemente que hiciese un dibujo de su familia y eso es lo que el pequeño Felix de 5 años había hecho.

—¿Por qué pintaste de amarillo a su alrededor? –continuó con sus calmadas preguntas mientras anotaba cosas en su libreta, el pecoso tenía curiosidad acerca de que estaba escribiendo.

—Luz, hay luz porque papá es la luz de mamá –sonrió, pensando en la sonrisa de su madre, tan brillante y dulce, tan llena de calidez y cariño.

Su madre era grandiosa, una estrella brillante, él creía que era el sol pero ella siempre lo negaba, le decía que nunca podría serlo porque jamas brillaría por su cuenta, solo era el reflejo de la luz que chocaba contra ella, del brillo de su padre.

—¿Y ese eres tú? –señaló el dibujo de palos mas pequeño, que se aferraba a las manos de sus padres, y Felix asintió– ¿Por qué todo esta negro?

—Oscuridad –respondió, la sonrisa flaqueando y su mirada perdiéndose.

No tenía luz a su alrededor porque él era como su madre, una estrella sin brillo, solo rodeado de oscuridad y sombras que nunca lo dejarían solo.

"Algún día encontrarás a tu sol" le decía su madre con cariño mientras acariciaba sus cabellos rubios con dulzura y amor, besando la frente de su hijo antes de arroparlo en la cama con diseño de pollitos.

—¿Por qué hay oscuridad allí, Felix?

—No es porque mamá y papá ya no estén juntos –respondió antes de que la psicóloga sacase sus propias conclusiones.

Conocía el término de estar separados, sus padres habían hablado con él, su padre le decía que ya no podía estar con su madre ya que no la amaba mientras su mamá le decía que solo estaba distantes pero que pronto volvería a su lado, aún sabiendo que ya habían pasado dos años de su divorcio y papá tenía una nueva familia, los había dejado, los abandonó.

Pero si los dejó, ¿entonces por qué mamá seguía brillando? Quizás sea porque papá era su sol y nunca cambiaría, el sol podía estar a kilómetros de distancia pero seguiría allí.

—Entonces, ¿a qué se debe?

—Aún no encontré a mi sol... –respondió como si fuese lo más obvio y decidió continuar con su dibujo porque estar concentrado durante tanto tiempo era difícil, las voces no se callaban y eran muy molestas.

Sweet Bite || JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora