Academia para señoritas

Mi mejor amiga, Vanessa.

Viernes. Comencé Desde temprano a acomodar muchas cosas para la boda, no quería que nada me retrasará mañana, ya habían llegado familiares lejanos a quedarse en la casa, yo intentaba no estresarme mientras mi madre los atendía a todos.

En la tarde arregle mi ropa sobre la cama para la cena de hoy, sería en el jardín de nuestra casa, pero por suerte todo eso lo organizaba la madre de Kendall.

Cuando estaba a nada de meterme a bañar tocaron la suavemente la puerta de mi habitación, estaba abierta así que inmediatamente ví a Vanessa.

Vanessa: ¡Hola! -fue directo a abrazarme, ambas sonreímos, pero yo sabía que las dos estábamos muy incómodas.

Tu; hola ¿Cómo ha estado el vuelo? Debiste decirme a qué hora llegabas para recogerte

Vanessa: claro que no, no quiero ser una molestia más, este es tu fin de semana, yo debo hacer que todo te sea más fácil

Tu: claro, eres mi dama de honor -fue raro mencionarlo- por cierto, tengo tu vestido aquí -fui al closet por el

Vanessa: es hermoso, no puedo esperar a usarlo mañana.

Tu: ¿Y que usarás esta noche?

Vanessa: traigo un vestido rojo, hermoso, tiene un escote divino, te va a gustar

Tu: perfecto, seguro a James le gustará también

Vanessa: seguro, aunque creo que ya no me gusta andar detrás de él

Tu: creía que él andaba detrás de ti

Vanessa: como sea, ya me aburrió eso

Tu: oh... Buenos pues le gustará a cualquiera de la boda -la tensión se sintió caer sobre nosotras- espero no te importe quedarte conmigo, las habitaciones de huéspedes están llenas

Vanessa: claro que no, fuimos compañeras 4 años, ya te extrañaba -volvio a abrazarme

Tu: yo igual, abajo hay comida si quieres, yo mientras tomaré un baño

Vanessa: claro, te veo en un rato, te quiero -salió casi corriendo.

Me tarde mucho en el baño, me relaje, puse música, me quedé mirando el techo del baño, no podía creer que mañana estaría casada, que saldría de una jaula para entrar a otra, aunque al menos recuperaría un poco mi libertad. Salí del baño después de un tiempo, igual me tomé mi tiempo para cambiarme,

Tenía un vestido hermoso para hoy, blanco, obviamente, largo con una abertura en la pierna, me sentía muy hermosa al espejo. Recibí un mensaje de Kendall de que ya había llegado, tome mis cosas y salí de mi habitación.

La primera escena que capte mientras bajaba las escaleras fue a Vanessa y Kendall conversando en un rincón y mi madre a metros de ellos junto a los invitados, observandolos detenidamente ¿Ella sabía algo? No me sorprendería que sospechara, por el más mínimo gesto, ella era como una bruja, casi corri hasta Kendall y lo abrace, sentí la incomodidad de los 3, pero no lo hacía por Vanessa, lo hacía por mi madre, no quería que odiar más a Vanessa.

Kendall: te ves hermosa -nos dimos un beso

Tu; tu igual -le sonreí- ¿Y James?

Vanessa: pasará después por mi

Tu: creí que te habías cansado de James

Vanessa: bueno, pero aún somos amigos... iré a cambiarme, para estar lista en cuanto llegue

Kendall: te vemos allá

Vanessa: claro -se fue algo seria

Kendall: ¿Todo bien?

Tu: todo bien -le sonreí- madre -me acerque a ella- nos vamos, los veo a todos a las 7, sean puntuales -comunique a los que nos rodeaban.

Salimos y subimos al auto, sus padres nos esperaban allá, teníamos que ver qué todo estuviera perfecto para que llegaran los invitados.

La casa de veía hermosa, había flores desde la entrada, era el principio perfecto de un cuento de hadas, aunque en el fondo fuera un cierto de miedo, habían decorado muy bien, habían luces extraña, telas doradas y blancas por todos lados, decidí comenzar a pensar que era la escenografía de una película, después de todo estaba actuando, iba a ser la esposa feliz del adinerado y apuesto protagonista.

Kathy: hijos, bienvenidos, ya todo está casi listo, cualquier cambio pueden hacerlo.

Kendall: se ve perfecto ¿No es así? -asentí

Tu: gracias por esto, ya no quería pensar en esta fiesta -le sonreí-

Kathy: no hay de que, pero la fiesta importante es la de mañana -sonrió y casi brincaba de felicidad- iré a revisar por última vez que todo lo de la.cocina este listo, ustedes pueden ir al jardín o a dónde quieran, si estén listo, no falta mucho para las 7 -asentimos, caminamos tomados de las manos hasta el jardín, había varias mesas, aunque no eran ni una cuarta parte de las que serían mañana, igual habían algunos sofás, luces por todos lados, nos sentamos el sofá más alejado.

Kendall: ¿Estás nerviosa?

Tu: no ¿Y tú? -lo mire intentando analizarlo

Kendall: no, pero si estoy ansioso -me sonrió, tomo mi mano y llevó a sus labios- ya quiero que seas mi esposa

Tu: en menos de 24 horas seremos esposos -le sonreí- seré tuya para siempre

Kendall: ya quiero que sea la luna de miel -se acercó y me besó

Tu; seguro es tu única razón para casarnos -me burle

Kendall: obviamente -pusó su mano en mi rodillas que por la abertura del vestido estaba expuesta, eso me prendió un poco, le bese más intenso y sentí como él fue metiendo su mano más entre el vestido, subí una de mis piernas a las suyas y con esta lo roce, la falda nos daba un poco de privacidad, pero aún estábamos expuestos.

Tu; ¿Y si no esperamos a mañana? -mordí mi labio, él se ruborizó.

Kendall: no falta mucho para que lleguen todos

Tu; aún hay tiempo - me levanté y le extendí la mano, aunque estaba indeciso la tomó y me dejó guiarlo, entramos a la casa, había muchas personas, los meseros, fotógrafos, floristas, etc.

Kendall: ¿Estás segura? -me pregunto al oído justo antes de subir las escaleras, su voz cerca de mi cuello solo me hizo exitarme más

Tu: ¿Tu no quieres? -gire y lo abrace, chocando mi pelvis con la suya, él sonrió y me abrazo por la cintura para pegarme más

Kendall; sabes que si, pero creí que habíamos quedado en hacerlo en nuestra noche de bodas

Tu: solo es un día de diferencia  -volví a alejsrme mientras subía las escaleras y extendía mi mano para que la tomara, obviamente accedió a seguirme.

Llegamos a nuestra habitación, sería la primera vez que hiciéramos algo así, comenzamos a besarnos apasionadamente, ambos nos íbamos desnudando poco a poco, entre besos y caricias.

Siempre quise estar con Kendall, realmente me gustaba, me atraía, pero mientras nos besabamos en la cama él cambio, cuando abrí los ojos no era Kendall quien estaba sobre mi, de nuevo era Logan, acaricie su rostro y volví a atraerlo hacia mi. Aún no sacaba totalmente mi vestido, pero bajo su mano y la metió entre mis piernas y entre mi ropa interior, comenzó a mover su mano mientras me besaba, yo lo abrazaba con fuerza mientras sacaba pequeños jadeos.

Lo hubiéramos hecho, de verdad, pero escuchamos como se abrió la puerta, un grito ahogado y luego la puerta azotada, ni siquiera vimos quien fue, nos asustamos y nos separamos,

No dijimos nada, nos miramos a los ojos, ambos estábamos rojos, nos acomodamos la ropa y salimos de la habitación, Vanessa estaba afuera, su rostro estaba totalmente en shock, con la mano en la boca, nos miró, pero nadie dijo nada, solo dió la vuelta y se fue.