03. Mil maneras de (no) morir.

53 7 15
                                    

—¡Alex!¡Alex! —alcance a distinguir una peculiar vocecita entre el ruido de todo el lugar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Alex!¡Alex! —alcance a distinguir una peculiar vocecita entre el ruido de todo el lugar.

Música, luces de colores, personas, bebidas, es todo lo que hay en este lugar, en esta ¿fiesta? Esta última palabra resuena en mi cabeza una y otra vez ¿qué carajos hago en una fiesta, si yo odio las fiestas?

En realidad, eso último no es tan cierto, solo las suelo odiar cuando no está cierta persona a mi lado.

Si bien, para ciertas personas, asistir a fiestas es su actividad favorita, la mía nunca lo ha sido—quizás alguna vez podrían haber sido una de mis actividades favoritas, quizás—yo soy más de pasar mis tardes leyendo, tocando la guitarra o di... cocinando.

Además, ahorita podría estar perfeccionando mi Tiramisú ya que la última vez que lo hice, cierto chico (por no decir Leo) me humilló, aunque claro, para mí, que el solo ganó porque Amelie, su mamá, fue la juez.

A pesar de eso, me gusta pasar tiempo con él ya sea cocinando o jugando videojuegos, creo que después de todo el tiempo que lo llevo conociendo, que es bastante en realidad, podría considerarlo uno de mis mejores amigos.

Volviendo con el tema de la fiesta, no tengo la menor idea de cómo acepte hacer un acto de presencia, o tal vez sí.

Tal vez se deba a que Aiden—mi otro mejor amigo—me iba a presentar a su novia o ligue, lo sé, creo que soy un poquito chismoso, solo un poquito, en cambio, también se debe a que Leo me obligo a venir a cambio de un videojuego.

En cuanto a Aiden, comienzo a creer que solo lo dijo para que no pensara que es gay, ya que nunca le he conocido ninguna novia. No digo que este mal, en caso de que lo fuera, nunca cambiaria la forma en como lo veo y trato, seguirá siendo mi amigo.

Seguiría siendo el chico, que conocí en clase, seguiría siendo mi compañero de equipo de futbol, seguiría siendo ese chico con quien hablo de libros y películas, y sobre todo seguiría siendo Aiden.

Así que aquí estoy, esperando a que me presente a su «novia» o «ligue», ya que llevo algunos minutos aguardando a eso y simplemente no pasa porque desapareció casi al mismo tiempo que Leo lo hizo.

Es increíble como ambos son iguales a pesar de que ellos no han convivido lo suficiente, debido a que ambos se han empeñado en dejarme, como saben que me encanta convivir con gente que ni conozco.

Maravilloso, ahora tendré que socializar, mi hobby favorito. Ando ansioso de platicar.

Me paro de mi asiento y veo a la multitud..., no puedo.

Si no mal recuerdo, me abruman las personas desde hace años y no lo digo en mal plan, pero en verdad, me abruman, no sé, siento que consumen por completo mi poca batería social. Así que me quedaré viendo a la nada y esperando a que un extrovertido me adopte. Si, eso es una grandiosa idea.

—¿Sí? —logro contestar.

—¡Estas pedisimo, wey! —grita para que la pueda escuchar entre toda la gente y la música.

Me gustas Where stories live. Discover now