[En proceso] LIBRO 1. ¿Qué pasaría si un día el chico del que siempre has estado "enamorada" por fin te invita a salir?
Tienes dos opciones.
-Hacerlo y confesarle tu amor.
-Hacerlo y no confesarle tu amor y vivir con eso.
La primera pareciera más fá...
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A L E X
¿Era real lo que estaba escuchando?
Esperemos y no. No tome bastante alcohol como para estar perdiendo mis sentidos. Es más, no tomo... Bueno, hoy tome solo poquito muuuuy poquito. Y estoy totalmente consciente de que ese poquito no estaba dañando en nada a mi percepción aunque habían algunas cositas que seguían sin darme sentido.
¿En realidad le había puesto ese reto? Para mi, parecía algo tan absurdo, que digo absurdo, tonto. No se como escálamos tanto de nivel en los retos, que hemos llegado a aquí. Tal vez lo mejor sería pararlos.
O no.
Si bien un reto debe ser tranquilo—o al menos para mi que no me gusta complicarme—este no lo era para nada. Tal vez para ciertas personas no era nada este reto, pero para Leila, no creo que sea de esas personas. Hay quienes les cuesta abrirse en cuanto a sentimientos y experiencias y Leila sin duda alguna era una de ellos. Se que es precipitada esta opinión, pero no me da tan buena espina la amiga de Alissa, Lana. Aunque se me hizo curioso que ella no fuera quien la invitara, sino Leo.
Pues cada quien.
En si, el ambiente se encontraba bastante tenso, por una parte era Lana y Alissa y por otra Leo y Aiden. Había estado analizándolos a los cuatro y había obtenido lo siguiente:
Lana y Alissa solo se dedicaban una que otra mirada, que cualquiera pensaría que se odian, tal vez si, tal vez no, no recuerdo muy bien.
Por otro lado, se encontraban Leo y Aiden, no se miraban, pero se sentía una vibración extraña entre ambos. Juraría que a él le había llegado la foto que Leo se había tomado—vale, me encanta armar teorías—, ya que ese tono de notificación lo reconocería en cualquier parte del mundo. Aparte, Aiden forma parte de ese grupo de personas anormales que siempre tienen su teléfono con sonido, al igual que Leila.
Muy buena teoría.
Esta bien, no se que digo, ya empiezo a alucinar, supongo que no fue gran idea mezclar diferentes bebidas. Doy gracias al universo por no estar tan mal como creería.
Si fuera poco, el ambiente aún se sentía extraño y desconocía el porqué de toda esta sensación de tensión, y sobre todo desconocía porque Lana se me había quedado viendo cuando le pusieron ese reto.
Si, el reto del beso.
Cuando le habían puesto ese reto a Lana por un momento pensé que se acercaría a mi y me besaría—un parte esperaba que fuera así—y no sabía la razón, o bueno, tal vez si la sabía muy bien.
Solo que no quería admitirlo, es muy tonta, lo sé.
La cuestión aquí es que, quería darle un poco de celos a Leila, ya que había estado toda la tarde con ese chico Oliver. Bueno, yo no llamaría celos, sino que tengo dudas.
