INSACIABLE © |+21|

★ CAPÍTULO 17 ★

Te dije que no ibas a escapar de mi

Abro los ojos de golpe y me levanto sobresaltada de la cama envuelta en una sábana gris sedosa que cubre la desnudez de mi cuerpo expuesto, tengo la respiración entrecortada y el corazón latiendo frenéticamente contra mi pecho, retumbando como loco, una pequeña gota de sudor recorre mi cien y mi frente, haciendo que pequeños mechones de cabello se peguen a el, los labios y las manos me tiemblan sin control, mi visión es nublosa cuando miro a mi alrededor y solo pasan unos cuantos minutos para volver a ver todo con excelente claridad.

El cuatro de una habitación, completamente vacía.

Es entonces cuando mi cuerpo recibe un pequeño calambre de dolor, mis piernas están entumecidas, los brazos me pesan, un leve sonido me distrae y mi móvil suena contra la mesita de noche al lado de la cama, aunque no es solo el sonido del celular, las gotas de lluvia chocan con fuerza contra la ventana de la habitación, hace un poco de frío pero para mi es completamente tolerable, con el mayor esfuerzo del mundo trato de alcanzar el móvil de la mesa, pero mi cuerpo adolorido me lo impide, estiro mi brazo y mis dedos tocan el celular y no sé qué demonios tiene mis manos, que mis dedos vuelven a temblar cuando trato de cogerlo.

Veo el identificador de llamadas cuando ya tengo el móvil conmigo y es Maddox quien está llamando por lo que contesto al instante.

—Hola, hasta que al fin contestas, ¿que es lo que mantiene a la señorita tan ocupada que no puede hablar conmigo? —pregunta divertido, trato de responder, pero de mi boca no sale absolutamente nada, por lo que el continúa —Fui a buscarte a tu casa, pero Rex me dijo que no estabas aquí ¿Dónde te perdiste Dulce? Ah ya sé, ¿se te rompió una uña y esa es una completa emergencia por la cuál no llegaste verdad? —se ríe y yo sigo sin poder respirar.

—Yo... —trato de formular una oración coherente pero no puedo, se me ha hecho un nudo gigante en la garganta que me impide hablar, trato de respirar y hasta eso me sale mal, porque respire temblorosamente, solo quiero que él no lo note —Yo no...

—¿No es una uña? Entonces... ¿Una extensión?

—Maddox... —digo con un leve susurro, al escuchar el tono de mi voz, el deja de reír y aclara su garganta rápidamente y su voz de divertida, pasa a ser seria.

—Te estoy llamando porque quería hablar contigo sobre mi madre, pero tú... te siento rara, ¿Está todo bien? —no vuelvo a responder y la línea queda en total silencio — ¿Harleen?

—Si claro, pero yo no estoy en casa... —la falta de oxígeno no me deja hablar bien, y se que él ya lo ha notado, joder, no, no, no.

—Dulce...

No respondo, porque se que ya se dio cuenta de lo que pasa, trato de respirar nuevamente pero no puedo, las lágrimas se juntan alrededor de mi vista y trato de no derramarlas.

—Harleen ¿Estás ahí?

—Si

—¿Estás bien?

No respondo, mi cerebro está tratando de procesar lo que está pasando ahorita, no puedo respirar joder y me las arreglo para decírselo.