Capítulo 11.

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Necesito más para comprender.


Addie

La semana siguiente pasó tan rápido como en un pestañazo. 

Era la misma rutina, Forest y Eithan hacían guardia, este último se había acercado más a mí y me contaba lo que hacía en su diario vivir: Estudiaba "Administración de empresas" y le faltaba muy poco para obtener tal licenciatura, cuando Asher lo necesitaba lo mandaba a llamar para que fuera a las industrias vinícolas que tenía bajo su poder y lo ayudara a supervisar la producción de las mismas, la cosecha y que todo fuera bien.

Por otro lado Forest "El bosquecito" aún no tenía muy en claro el papel que desarrollaba en las distintas empresas e industrias de Asher.

Algún día se lo preguntaría directamente, si antes no me mandaba a la mierda, claro.

Pero si sabía que era indispensable para Asher, aunque la mayor parte del tiempo Forest estaba metiéndose con cualquiera que tuviera falda, o al menos eso decía Eithan.

Y Asher...

Asher solo lo veía los sábados, cuando se dejaba ver. 

No entendía que hacían Forest y Eithan los dos solos los sábados pero a Asher no le importaba y sabía que mi presencia no le agradaba porque antes de irse a su oficina, Eithan había dicho que esta casa era grandísima y tenían espacio de sobra, así que el susodicho solo me colocaba la venda y las esposas, para librarse todo el maldito día de mí.

Realmente odiaba los sábados en su presencia.

Las semanas transcurrían y yo estaba a punto de cumplir el mes en estas cuatro paredes, estaba a nada de volverme loca.

Al menos Eithan hacia que no se sintieran los días, se acercaba a mí y me pedía ayuda con algunos asuntos financieros parte de sus tareas universitarias, era lo único que me distraía. Un día le comente que adoraba leer y me trajo algunos libros que tenía y por las noches me leía hasta que me quedara dormida.

Siendo sincera le estaba tomando mucho aprecio a Eithan, estaba siendo una luz entre tanta oscuridad.


[.]


La tarde se había ido en un abrir y cerrar de ojos, se aproximaba mí momento favorito de cuando Eithan me cuidaba: La noche. 

Eso significa que me leyera y que me platicara de su vida, era buena escuchando ¿eh?

Tocó la puerta, como siempre.

—¿Puedo pasar? —preguntó dulcemente.

—Claro que sí, adelante.

Me gustaba que en todo momento tuviera modales y fuera un caballero. 

Otro punto para Eithan.

Se aproximó a mí, colocando las cosas que llevaba en la mano en la mesita de noche que había llevado sin que nadie se diera cuenta. Deshizo el nudo de la venda que había hecho Forest.

 Siempre lo hacía tan fuerte que a veces sentía que me quedaría sin neuronas.

—¿Por qué Forest te pone esta cosa como si quisiera sacarte los sesos? —tan sutil pensé.

—Porque me odia —respondí

—Bueno acá todos te odian pero no por eso yo soy así contigo.

La venda cayó a mis muslos, Eithan metió su mano en los jeans y saco aquella pequeña llave que abría la cerradura de las esposas, cuando la introdujo sentí como mis muñecas eran liberadas de tanta presión. 

Mi bendito desastre [+18]Where stories live. Discover now