¿Matar o morir?
Estas son las únicas opciones que existen en el mundo actualmente.
Se ha desarrollado un virus letal que ha infectado a millones de personas alrededor de todo el mundo, dando como consecuencia el tan pronunciado nombre de videojuego...
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■ NARRA TN ■
Abrí los ojos lentamente mientras me llevaba una mano a la cabeza, todo parecia estar normal, la habitación, la cama, los muebles, todo.
¿Que había pasado?
Los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi cabeza como un balde de agua fría, mi corazón comenzó a latir con fuerza y me aferré a las cobijas de la cama.
¿Todo había sido un sueño?
--Jungkook...-- llamé su nombre.
En el fondo tenía miedo de descubrir que todo lo que había pasado la noche anterior fuera un sueño.
-- ¿Jungkook? -- repetí.
Nada. Él no estaba aquí.
La realidad se comenzaba a desvanecer entre mis manos, como si se tratará de un puñado de sal.
¿Realmente había sido un sueño?
Tomé asiento en el borde de la cama para poder calmar mis nervios, coloqué mi mirada hacia enfrente y visualicé mi ropa perfectamente doblada en el tocador.
No había sido un sueño.
Me levante rápidamente de la cama y camine con pasos decididos hacia el tocador, tomé la ropa entre las manos y me coloque cada prenda encima antes de mirarme al espejo otra vez.
¿Dondé se había metido Jungkook?
Comencé a caminar hacia la puerta de la habitación. Necesitaba encontrar a los demás; hoy era el día en que se planificaría la manera en que entraríamos a los corporativos para poder salvar a Taehyung.
Toque la perilla de la puerta con la punta de mis dedos y antes de que pudiera abrirla por completo, un ligero estruendo me sacudió las espaldas.
Me giré rápidamente.
La ventana de la mansión de Jin se había abierto de par en par y al instante aparecieron tres hombres con tapabocas, trajes y gorros color negro en la orilla de la ventana.
La seguridad de la capsula.
-- Debe ser ella.-- dijo uno de ellos.-- Es exactamente como la describió el presidente.
-- Necesitamos confirmar señor.-- respondió el otro.-- ¿Tiene la foto?
El hombre de tez blanca que se encontraba entre ellos, bajo de la ventana con un salto y se aclaró la garganta.
Retrocedí hasta la pared y trague saliva.
-- No te acerques.-- dije.
Comenzó a caminar hacia mí y me miró de arriba abajo, sacó una fotografía del bolsillo de sus jeans y sonrió.
