¿Matar o morir?
Estas son las únicas opciones que existen en el mundo actualmente.
Se ha desarrollado un virus letal que ha infectado a millones de personas alrededor de todo el mundo, dando como consecuencia el tan pronunciado nombre de videojuego...
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■ NARRA JUNGKOOK ■
Abrí los ojos lentamente, me había quedado dormido pensando en los recuerdos de días atrás.
No hablar con TN me estaba provocando problemas para dormir y para pensar con claridad.
Dirigí la mirada a la ventana que se encontraba a mi lado y pude ver que aun era de noche.
¿Debería ir a buscar a TN para arreglar las cosas?
De un movimiento rápido me levante del piso y hice un estiramiento hacia abajo, dormir en el piso me había dejado con dolor por todas partes.
Comencé a caminar hacia la puerta de mi habitación y la abrí lentamente, el frio invadió mi cuerpo y automáticamente me lleve las manos a los brazos.
Ya faltaba poco para la primavera.
Salí por el pasillo, finalmente lo había decidido, debía hablar con TN.
-- ¿Cuál quedaba su habitación? -- dije inaudible.
A lo lejos pude ver una luz en el interior de una habitación, pues la puerta se encontraba abierta de par en par.
Mire el reloj que se escontraba en la pared.
2:43am
Pensé que todos estarían durmiendo a esta hora.
-- Recuerda que... -- dijo una voz de hombre.
-- ¡Ya se lo que intentas decir! -- grito Somi -- Ahora fuera de mi habitación idiota.
¿Con quién esta hablando Somi a esta hora?
Me quede inmóvil por unos segundos intentando averiguar de quien se trataba, hasta que escuche los pasos de alguien salir de la habitación.
Eun Woo cruzó miradas conmigo y continuó su camino como sino hubiera pasado nada, ni siquiera intentó dirigirme la palabra.
Un golpe se escucho dentro de la habitación de, así que comencé a correr para saber de que se trataba, pero me detuve en seco al llegar a la puerta de su habitación.
-- ¡Somi! -- grité -- ¿Que estas haciendo?
La ventana de su habitación se encontraba abierta de par en par y tenía medio cuerpo fuera del tren.
Corrí hacia ella, la tome por la cintura y la regresé hacia dentro de la habitación.
Ambos caímos al suelo y ella comenzó a llorar.
-- ¡Vete! -- grito -- No quiero vivir más.
-- ¿De que estas hablando? -- pregunté.
Somi comenzó a forcejear conmigo en el suelo, pero evidentemente yo era más fuerte que ella, así que la tome por las muñecas y la obligue a mirarme.
