Él era un futbolista famoso que viajaba por el mundo, ella era una estudiante de medicina que leía fanfics con sus amigas. Cada uno por su lado hasta que un día comparten el mismo vuelo y... bueno, si quieres saber qué pasó, tendrás que leer esta hi...
Me dejé caer a un costado de la cancha para cambiarme las zapatillas. Metí la mano en el bolsillo chico de mi mochila buscando mi celular para revisar si tenía algún mensaje, no lo había pescado en este rato porque estaba jugando un partido de fútbol con mi equipo.
Me sorprendió encontrarme con el Instagram colapsado, +99 notificaciones, y ya llevaba al menos un par de días así.
Hace una semana subí el último capítulo de mi novela, un fanfiction con Erick Pulgar que publiqué en Wattpad. Todavía me repetía la última frase que escribí: "Y yo, obvio, le dije que sí".
"¿Habría sido demasiado cliché?", me cuestionaba. "O quizás muy abrupto" y la historia ameritaba un final más elaborado. Pensaba tomarme un tiempo y luego hacer una revisión general con la posibilidad de editarlo, aunque me da la impresión de que mis lectoras quedaron bastante conformes.
De otra manera no se me ocurre una justificación para lo que están haciendo. Resulta que me han estado etiquetando masivamente para que el Erick sepa de la existencia de la novela. En un inicio me dio vergüenza, si era obvio que no me iba a pescar, más encima tiene los comentarios restringidos en Instagram y está en Italia... pero las chiquillas no se rindieron. Incluso se les ocurrió etiquetar a sus compañeros de la selección, ahí sí que me reí, iban a estar más confundidos de que los etiquetaran con un link para ir a leer un fic, imagínate la cara de, no sé, del Edu o del Arturo ante una petición tan random. El objetivo era claro, hacerle llegar de alguna forma el mensaje a Pulgar.
Por supuesto que también tenía un montón de mensajes, en su mayoría eran felicitaciones o comentarios bonitos por el final del fanfic, y yo me tomaba el tiempo de contestar aunque sea con un emoji. Era lo mínimo po, si antes de escribir a mí no me conocía nadie, ellas fueron las que me apoyaron desde el primer capítulo y me animaron a terminar la historia. Pero como eran muchos me iba a demorar un rato.
- Chao ____ - dijo la capitana del equipo cuando pasó por mi lado con otras chicas.
- Chao Fran, chao Rapu - me despedí dejando a un lado el teléfono y haciéndoles señas con la mano.
Seguí respondiendo desde los chats más antiguos. Me senté con las piernas cruzadas para ponerme cómoda porque, como dije, tenía pa rato. Como el sol ya estaba muy fuerte me paré y me colgué la mochila de un hombro, podía seguir leyendo en la micro.
Deslicé mi dedo hacia arriba para cachar cuántos quedaban y un chat llamó mi atención porque tenía el ticket azul, ese de las cuentas verificadas. Estaba de los primeros:
@epulgar : Hola, soy el Erick. Oye, el Edu me mostró este fanfic, está re bueno
@epulgar :
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