Capítulo 25: See you soon

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Kristoff llegó a casa temprano por la mañana encontrándose con un inusual frío y una inusual escena en el sofá, donde un golpeado Jack abrazaba a Elsa mientras ambos dormían. Hipo apareció tras ellos y, antes de que el rubio pudiera hablar para despertarlos, el chico le hizo una señal de que lo siguiera. Así Kristoff pronto se enteró de la terrible situación del día anterior, conmocionándose, igual que el resto, por la agresividad del ataque que habían recibido sus dos compañeros. Con estas noticias nadie en la casa quiso molestar a ambos chicos en el sofá.

Cuando los rayos de sol golpearon el rostro del peliblanco, poco a poco comenzó a abrir los ojos y a despertar, con esto también volvieron a él los recuerdos del día anterior que no podía creer ciertos, pero el peso de la chica recostada en su pecho pronto le confirmó que sus pesadillas eran reales.

Había cantado, había disfrutado y luego todo se oscureció tras ser amenazado, golpeado y, lo que más le preocupaba, Elsa había sido atacada.

Jack no pudo dejar de observar el delicado rostro de la platinada que aún dejaba entrever los caminos que recorrieron sus lágrimas y la hinchazón en sus ojos. El resto del cuerpo de la chica se encontraba cubierto con su sudadera y de la cual apenas se asomaban la punta de sus dedos mientras respiraba con suavidad sujetando su manta sobre sus hombros

El peliblanco la vio descansar y deseo por unos minutos tener los poderes de Sandy para asegurarse de darle buenos sueños, mas no podía, sin embargo pudo seguir envolviéndola en la seguridad de sus brazos por unos minutos más y hasta que el mismo responsable de perturbar sus sueños, lo hizo con Elsa.

—Buenos días, princesa—saludó Jack cuando la vio abrir sus ojos tras ser golpeada por el sol

—Lo siento, Jack, no noté que me quedé dormida sobre ti—dijo la platinada sonrojada y levantándose de su posición recostada sobre el peliblanco apenas lo notó

—No hay problema—sonrió Jack mirándola a su lado en el sofá—Estoy bien, solo creo que tengo un poco de tu baba sobre mi ropa—mencionó intercambiando su mirada entre su polera y Elsa

—¡Perdona! N-No quería hacerlo—dijo la chica cubriéndose la boca avergonzada y acercando su otra mano al pecho del chico para limpiarlo

Jack rio por esta acción. Elsa no lo había babeado y aunque lo hubiera hecho, no le habría molestado, pero le pareció tierno como ella se había ruborizado

—Es broma, Els—aclaró tomando las manos de la chica y deteniéndola de buscar el sitio mojado

La platinada cambió inmediatamente su expresión avergonzada al ver al sonriente Jack y no pudo evitar darle un pequeño empujoncito antes de separarse

—Te detesto—señaló Elsa cruzándose de brazos y evitando mirarlo por el sonrojo que crecía aún más en su rostro. No debió creerle al rey de las bromas

El peliblanco rio antes de recuperar nuevamente la compostura y darle su atención

—¿Cómo estás, copito de nieve?—preguntó con suavidad—¿Cómo amaneciste?

—Mejor—respondió honestamente Elsa luego de relajar sus brazos y postura para volverse hacia Jack

Aunque su miedo por Gastón aun no desaparecía del todo ni tampoco la incomodidad que sentía por lo ocurrido, conversar con Jack luego del incidente y saber cuidaría de ella la hacía sentir más segura, agradecía enormemente su presencia en ese momento y apreciaba el que la acompañara durante toda la noche, sabía que eso no lo haría cualquiera...

—¿Cómo estás tú, Jack?—preguntó Elsa observando las heridas coaguladas en el rostro del chico, las que poco a poco empezaban a cicatrizar

—¡Estoy bien, no es tan fácil derrotar a Jack Frost!—respondió el peliblanco manteniendo su sonrisa

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