Capítulo 23 (Parte 2)

283 20 0
                                    

11:00 am

Megan recién había despertado, el dolor de cabeza que tenía la sofocaba,  anoche había llorado hasta quedarse dormida, como de costumbre.

Encima había tenido una discusión con su mamá. Para terminar, se había enterado, que ahora el amor de su vida iba a tener un hijo, y con una ex que le costó tanto "superar".

Todo le parecía ir de mal en peor cada vez, ella no mejoraba ni un poco. Sentía rabia que Adrián le haya hecho algo así, necesitaba una explicación, aunque ellos ya no estén desde hace meses, sabía que él se había involucrado con Katina días después de haber terminado, y eso no deja de ser una traición y era precisamente, así como Megan se sentía.

Traicionada.

Traicionada por alguien que desafortunadamente aún amaba.

Una hora después de haber estado echada en su cama pensando las cosas, decidió levantarse, lo primero que hizo fue darse un baño, necesitaba relajarse un poco, y de algún otro modo el agua muy fría ayudaba. Al salir del baño, se puso ropa, metió un poco de dinero al bolsillo de su jean y salió de su habitación, bajó las escaleras y se dirigió a su cocina, para sólo desayunar un vaso de leche, mientras tomaba el vaso de leche, había mucho silencio en su casa, así que supuso que su mamá no estaba, era mejor para ella así, porque ya no tenía que lidiar con su indiferencia.

Quería caminar un poco, respirar, salir de esa casa que se le venía encima. Así que cuando terminó de tomar, lavó su vaso y salió de su casa. Simplemente caminó, mientras pensaba en muchas cosas, hasta que  una voz la llamó por su nombre, y ella volteó.

Era Edward.

—¿Qué haces por acá?—. Le preguntó él.

Ella no notó lo mucho que había caminado, así que miró a todos sus  alrededores.

—Hola, yo salí a caminar un poco, siento que me ahogo en mi casa, ya sabes.

—Lo siento, pero has hecho lo correcto, caminar te hará bien—. Y me regaló una sonrisa.

—Lo sé —Suspiró— bueno, ¿Tú qué haces por acá?.

—Vine a visitar a mí prima, de hecho, vive una cuadra más allá, se acaba de mudar y quiere que le ayude con unas cosas. Luego te vi pasar, así que te pasé la voz.

—Vaya, que pequeño es el mundo.

—Eso es muy cierto—. Rio.

—Gracias por no haberle seguido la corriente ayer a mi mamá, enserio gracias, no soporto que haga eso, me avergüenza mucho.

—Lo sé, me di cuenta de inmediato, jamás haría algo que haga sentir incómoda, descuida.

—Gracias por tu amistad, Edward, de verdad gracias.

—Cuenta siempre con ello. Bueno, ya debo irme, mi prima me está esperando, fue un gusto haberte encontrado, Megan.

—Claro, yo seguiré caminando un poco más.

—De acuerdo, cuídate mucho—. Le regaló un pequeño abrazo y se fue.

Megan recibió el abrazo y siguió con su camino.

Llegó hasta un puente, uno muy bonito, cruzó todo hasta llegar a un pequeño parque, donde decidió sentarse en una banca, y observar a sus alrededores. El viento corría mucho, eso le ayudaba a respirar, estuvo así un par de horas.
Cuando sintió que ya había pasado gran cantidad de tiempo, se levantó y buscó a alguien que le pueda decir la hora, llegó a una señora que se encontraba jugando alegremente con sus hijos, así que se acercó hasta ella...

EN OTRA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora