Conociendo A Mi Alfa ~ TaeJin [Omegaverse]

~9.4~

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La burbuja en la estuvieron envueltos aquel maravilloso y único fin de semana, fue poco a poco disolviéndose, mientras veían a través de las ventanas del tren, cómo regresaban a la ciudad. Seokjin mantenía su mano enlazada con la de Taehyung, apoyando su cabeza en el hombro del menor, suspirando cada tanto, pensando en cuándo tendría la oportunidad de repetir aquello. Era improbable que una situación similar se presentara, por lo que, debía ser agradecido con lo que tenía y resignarse a esperar pacientemente, confiando en el designio que la Madre Luna tenía para ellos.

—Alfita... —susurró, jugueteando con los níveos dedos del aludido, entre sus manos. —¿Cómo conseguiste... los preservativos? —preguntó, oyendo la forma en que pasó saliva.

—Hmm... No quiero ni recordarlo —murmuró, con las orejas rojas.

—¿Los compraste tú mismo? ¿Cómo? —su interés acrecentándose, presintiendo que había una graciosa historia detrás de su sonrojo.

—Sí, pero... —volteó a mirar por la ventanilla. —No hablemos de eso, ¿sí?

—Tae... —insistió, poniendo sus ojos de cachorro y fingiendo un puchero, tratando de convencerlo.

—Fue algo incómodo, y la chica de la farmacia no conocía la discreción —gruñó, finalmente. —Le faltó usar un megáfono para gritarlo más alto y que toda la ciudad se enterara... Qué falta de profesionalismo...

—Madre Luna... debí estar allí —se lamentó, comprimiendo sus ganas de echarse a reír, al notar lo molesto que su alfa estaba.

—No debería trabajar allí, sino sabe ser discreta —negó con la cabeza. —Y, si no hubiera necesitado comprarlos... me hubiese largado de la farmacia.

—Me gusta que... a pesar de todo, te preocupes por cuidarnos —le acarició el cabello, deteniéndose en una de sus coloradas orejas. —Estás constantemente luchando con los impulsos de tu lobo, y con la inmadurez propia de tu edad, y, aun así, piensas en protegernos, y eres responsable...

—Soy tu alfa, debo brindarte cosas como seguridad y bienestar —respondió, inflando el pecho con orgullo, por ser elogiado por su omega.

—Gracias —le besó la mejilla, volviendo a acomodarse en su hombro luego.

El llegar a casa del menor, fue la parte más dura de su salida. Tener que despedirse y separarse, aunque fueran a verse al día siguiente, para ir juntos a clases, era desolador para sus enamorados corazones.

—Qué bien que hayas cumplido tu palabra de regresar temprano —Ryeowook los recibió, con la mirada escrutadora, los labios fruncidos en una mueca de inconformidad y los brazos cruzados a la altura del pecho, inspeccionándolos. —¿Cómo estuvo todo? ¿Muchos problemas con la suciedad, Taehyungie?

—No... fue genial —se limitó a decir, encogiéndose de hombros. Prefería no mostrar muchas emociones delante de su padre omega, para no provocar sospechas.

—Nos vemos mañana, Taehyung —Seokjin cogió su mano por última vez y el menor le regaló una sonrisa breve, lanzándole un beso a espaldas de su padre, antes de entrar. —Adiós, tío Wookie.

—Adiós... me saludas a tus padres —respondió sólo por cortesía.

Jin resopló, un par de pasos lejos de la casa de su novio, sintiendo alivio al ver que, a pesar de los temores, ellos lograron pasar desapercibidos en su escapada. Recordó entonces, la llamada de Yoongi y no dudó en marcarle, para saber de él.

—¿Yoonie? ¿Cómo estás? —saludó.

—Am... mejor, pero todavía tratando de reparar el desastre —dijo con sinceridad.