Conociendo A Mi Alfa ~ TaeJin [Omegaverse]

~11.4~

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—¿Te han dicho que hueles como la navidad? —fue el primer cumplido que Jeon Jungkook le hizo a su omega, mientras compartían una improvisada cita en el patio de la escuela. El día anterior su breve encuentro y reconocimiento, no les dio tiempo de saber más del otro, por lo que, decretaron verse durante el receso más largo, a medio día, bajo el gran sauce. Debido al clima, casi nadie estaba cerca de ellos, lo que les permitía hablar tranquilamente.

—¿Qué? —rio suave Hoseok, conmovido con sus palabras. —Oye, ¿no eres muy pequeño para decirme esas cosas? ¿Cuántos años tienes?

—Tengo trece —dijo con orgullo, inflando su pecho y estirándose bien, para no sentirse más bajo que el pelirrojo.

—Diablos —se rascó la cabeza con el dedo índice, sacando cuentas mentales. —Tenemos un problema entonces... yo cumplo diecisiete en unos días —informó y el menor abrió sus ojos en sorpresa.

—Oh... lo siento —hizo una pequeña reverencia que Jung no entendió.

—¿Por qué te disculpas? —cuestionó.

—He estado hablándole sin honoríficos... —explicó, enterneciendo al omega. —Usted es mi hyung.

—Pero, eres mi alfa... ¿o no? —las mejillas del menor se encendieron en fuego. Inevitablemente, Jungkook se abanicó, avergonzado hasta los huesos por la forma de hablar del mayor. Era demasiado directo para lo que él estaba acostumbrado. —Llámame Hobi, todos mis amigos me dicen así... bueno, al menos en Estados Unidos, porque nunca pudieron pronunciar mi nombre correctamente —rodó los ojos, divertido.

—¿Está bien si le digo Hobi hyung? —dudó, sin dejar de abanicarse con la mano.

—Claro que sí, Jungkookie —le apretó una mejilla con cariño y el menor sintió que se desmayaría ahí mismo. Sólo habían cruzado un par de palabras de presentación antes, y el pelinegro sentía que su corazón latía, enamorado a primera vista. Le encantaba el omega que la Madre Luna le había dado y no podía dejar de admirar su bella sonrisa.

—¿Qué tal es la vida en América? —quiso saber, jugueteando con el borde de su chaqueta de escuela.

—Am... ruidosa, muy rápida y la gente es algo grosera a veces, ¿sabes? —paseó una mano por su barbilla, pensando en ello. —No son nada respetuosos, como acá... y me refiero al espacio personal —rio, codeándolo y el menor se sonrojó. —Además, una semana antes de viajar de regreso acá, me robaron el celular —hizo un puchero y Jungkook no pudo evitar quedarse perdido mirándolo directo a los labios. Hoseok notó la dirección de su mirada y sólo deshizo su mohín, reemplazándolo por una sonrisa satisfecha. —Por cierto... dijiste que tienes trece años... ¿cómo es que ya estás presentado? —ladeó la cabeza en medio de su pregunta. El alfa subió su vista a los ojos del pelirrojo.

—Um... es... yo... —los vagos recuerdos de su pijamada con su mejor amigo, le colorearon hasta las orejas. Se sentía casi como una infidelidad a su compromiso espiritual, el confesarle que el aroma de su mejor amigo provocó su presentación temprana. —N-No estoy seguro... —se salió por la tangente. —Fue accidental —finalizó, bajando la mirada a sus pies.

—Hmm... accidental... ¿y cómo sería eso? —Hoseok podía ver entre líneas que había más historia allí de la que su destinado le estaba contando. —Vamos... no seas tímido, no voy a juzgarte si ya has estado con otros omegas —dijo, consiguiendo que el menor volviera su rostro hacia él, espantado, con sus ojos grandemente abiertos.

—¿Q-Qué? ¡No! ¡No es nada de eso! —agitó sus manos, negando efusivamente. —Yo no he estado con ningún otro omega, sólo fue el aroma... Yo pensé que era mi destinado, pero él ya tenía uno... fue... de verdad, Hobi hyung, fue un accidente —se justificó, mortificado por confesar todo, hasta que escuchó la brillante risa de Hoseok.