~13.3~

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Las paredes blancas y el penetrante olor del hospital, no ayudaban al alfa a aclarar su mente, después de la montaña rusa de emociones vividas las últimas veinticuatro horas. Había sido sacudido hasta la médula, desde que su omega y pareja destinada, lo abofeteara. Él podía lidiar con las palabras hirientes, producto de un arrebato de nervios, incluso con sus pataletas de niño mimado; después de todo, Ryeowook cargaba con una pesada infancia y adolescencia en su espalda, y él comprendía su comportamiento, muchas veces inmaduro y desdeñoso. Sin embargo, no existía comprensión en el mundo capaz de soportar tal humillación. Su orgullo estaba herido y roto, al igual que su lobo, quien no parecía dispuesto a dejarse ver, después de tal acto de revelación, de parte de su omega.

Sus ojos empañados, se alzaron cansados, posándose en la silueta inmóvil de Ryeowook sobre la camilla. Tal había sido su crisis nerviosa, que terminó por desmayarse en el camino de regreso. Kangin no tuvo más opción que llevarlo a una sala de urgencias y esperar a que los calmantes hicieran efecto en él. Ya iban dos horas de espera, y el omega no parecía con ánimos de despertarse todavía. El alfa supuso que la noche sin dormir, le estaba pasando la cuenta ahora. El no haber tenido noticias de Taehyung, lo tuvo paseándose por el cuarto esta madrugada, inquieto, murmurando cosas para sí mismo, sin permitirle dormir a él tampoco. Ambos se sentían fatigados y estresados, sin embargo, Kangin jamás hubiera descargado sus sentimientos negativos contra su omega, como él lo hizo.

La máquina entre su silla y la camilla donde dormía su esposo, comenzó a registrar una pequeña aceleración en su ritmo cardíaco. Curioso, observó el rostro de Ryeowook, quien salía forzosamente de la inconsciencia en la que llevaba sumido suficiente tiempo. El omega se removió incómodo y parpadeó varias veces, antes de estar plenamente despierto, asustándose al desconocer su entorno.

—Tranquilo —habló el alfa, para calmarlo. El otro volteó a verlo. —Te desmayaste... y te traje al hospital para que te revisaran.

—Kangin —la voz queda de Ryeowook distaba tanto de la que le gritó horas antes que era un estúpido sin voluntad. La expresión del alfa se endureció, pues los recuerdos seguían doliendo y quemando su interior, humillado. —Yo...

—Ryeowook —habló seco, interrumpiendo sus conocidas disculpas, que sólo lo lastimarían más. —No podemos seguir así —decretó determinado, recibiendo una mirada espantada de su omega. —Nuestra relación está mal... muy mal, y necesitamos resolverlo —Ryeowook pasó saliva, agitado. La máquina aceleró su incesante sonido, pero Kangin no retrocedería en su decisión. —Si es que realmente te importa este matrimonio, y la familia que hemos formado, irás conmigo a ver un especialista... porque, yo siento que ya no puedo seguir así, o en cualquier momento, voy a perder la cabeza... y me marcharé.

—K-Kangin... no... no puedes abandonarme tú también —los ojos afilados del omega, se cargaron de lágrimas por derramar.

—No, no vas a usar ese recurso tan bajo conmigo, cuando sabes perfectamente que tú mismo nos has orillado a esto —humedeció sus labios, inspirando una inhalación sonora, observando a su esposo completamente desencajado en su lugar. —Si por mí hubiera sido, nuestra vida sería diferente... y Taehyung no huiría jamás de nuestro lado, como si fuéramos sus enemigos... Pudimos ser realmente felices, pero... aparentemente, se nos salió de las manos.

—Lo... Lo siento mucho... —murmuró, en un hilo de voz.

—Si tu arrepentimiento es real, espero que busques una manera de cambiar —pasó una mano por su cabello azabache, resoplando cansado. Las horas en vela y las fuertes emociones, habían drenado sus energías y su cuerpo ya comenzaba a exigir un descanso. —Le pediré tu alta al doctor, para irnos de una vez.

Conociendo A Mi Alfa ~ TaeJin [Omegaverse]Where stories live. Discover now