~13.2~

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El sol ni siquiera comenzaba a acarar la madrugada, cuando las ruedas del carro de Kangin surcaban la carretera, encaminada a la zona rural tan conocida para ellos. A su lado, en un psicótico estado de nervios, Ryeowook se secaba las lágrimas. Ninguno de los cuatro adultos que ocupaba el vehículo, decía una sola palabra, debido al arrebato previo del omega, cuando descubrió que su hijo no regresaría y la bomba estalló.

La tarde del día anterior había estado tranquila, hasta que el teléfono sonó en la gran casa Kim y Sunny contestó. Ryeowook del otro lado de la línea, oyéndose mitad molesto y mitad preocupado, preguntando si Taehyung se encontraba con Seokjin en casa.

—No, él... ellos no han llegado aún —habló Sunny, tratando de mantener su voz tranquila, sabiendo de sobra lo que pasaba con el par de chicos. —Tal vez, salieron por ahí...

—Pero, yo no lo autoricé para que saliera hoy —exclamó el omega. —Y Taehyungie sabe que me molesta que salga sin pedir mi permiso.

—Son jóvenes, Wookie —le bajó el perfil. —Necesitan distraerse de vez en cuando, no hay nada de malo en ello.

—Créeme que lo hay —respondió con ironía. —Y podría hacerte un listado de todos los riesgos que corren.

—Wook... —suspiró la mujer.

—Como sea, si aparecen o tu hijo llama para reportarse, házmelo saber —exigió, hablando con desdén al referirse a Jin.

—Sí, claro —rodó los ojos y colgó el teléfono.

Sunny rogaba porque su hijo y Taehyung estuvieran tomando los riesgos que Ryeowook temía. Una sonrisa traviesa surcó su rostro. Sin embargo, su pequeña felicidad no duró mucho más allá, cuando su cuñado y su omega, aparecieron en la puerta de su casa, una hora más tarde.

—Hee... ¿quién es? —preguntó Sunny.

—Yo —musitó Ryeowook entrando como un huracán, con una expresión de los mil demonios en el rostro. —Llamé a tu hijo y no me contestó —dijo, mostrando la pantalla de su celular a la distancia a la mujer que estaba tranquilamente sentada en el sofá. —Insistí y apagó el maldito teléfono... ¿No te parece que es hora de empezar a preocuparme? —gruñó, al borde de la histeria.

—Amorcito, por favor —Kangin lo sostuvo del brazo, buscando contenerlo.

—¡No, Kangin! —se volteó a enfrentar a su alfa. —Algo le pasó a mi hijo y Seokjin tiene que ver en esto.

—Wook, no exageres —Heechul apareció en escena para poner el pecho por su primogénito. —Jin no es esa clase de chico, el jamás pondría en peligro a Tae.

—¿Entonces? —alegó. —¿Dónde está? ¿Puedes decirme dónde se encuentra tu perfecto hijo? ¿Ese que nunca hace nada mal? ¿Eh? ¿Dónde? —vociferó sarcástico.

—Ya, cálmate —lo detuvo Kangin, cogiéndolo de ambos brazos para que se detuviera. —Estás ofendiendo a mi hermano y a Sunny... No puedes hablar así de Seokjin, porque no se lo merece —decretó el alfa. —Y si decidieron salir por ahí, debemos respetar la decisión que...

—¿Decisión? ¿Respetar su decisión? —masculló bajando su voz una octava, oyéndose amenazante. —Taehyung apenas tiene dieciséis años, ¿te piensas que tiene edad para decidir algo? ¡No la tiene! —gritó. —¡Hmp! —reprimió una risa sin humor, negando con la cabeza. —Y casi puedo adivinar a dónde se lo llevó...

—Estás hablando de mi hijo, y te pido que lo respetes —Sunny se puso de pie, cansada de escuchar las acusaciones del otro omega.

—No me hables de respeto, cuando él no es capaz de respetar ni la edad, ni a los padres de Taehyung —gruñó, posando sus manos en jarras, para escupir sus palabras afiladas. —Seokjin sabe perfectamente mi postura, y que estoy en contra que ellos salgan juntos.

Conociendo A Mi Alfa ~ TaeJin [Omegaverse]Where stories live. Discover now