Conociendo A Mi Alfa ~ TaeJin [Omegaverse]

~02~

"Lirio de los valles: Este aroma se expande con facilidad y rápidamente, los hombres omegas que lo poseen son muy seguros de sí mismos e independientes"

"Frambuesa: Es agridulce, muy común de encontrar en omegas que son de carácter fuerte, pero amables a la vez"—

<Guía de Aromas del Omegaverse> 

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Él estaba rechinando sus dientes y Seokjin podía oírlo con claridad a la distancia. Ni siquiera en un lugar como la biblioteca, en una tarde de estudio, el mayor se libraba de su primo. Taehyung era como una pequeña abejita rondando su panal de miel. Nunca decía demasiado, sólo lo vigilaba a una prudente separación de una mesa o un par de asientos, según dónde se encontraran. Odiaba que sus padres se sintieran tan agradecidos por ello, porque él no se cansaba de repetirles que no era ningún omega debilucho al que debían cuidar. Y ahora, estaba allí, intentando estudiar junto a sus amigos; Sandeul, Irene y Ken, esforzándose en ignorar los gruñidos bajos y el rechinar de sus dientes cada vez que Junghwan se acercaba demasiado.

- Pobre chico, jamás se rinde – murmuró la chica, soltando un suspiro - ¿No deberías decirle que vaya a casa? Aún nos tomará otra hora terminar esto – susurró.

- No lo hará – negó lentamente con la cabeza. El sabía de primera mano lo obstinado que podía llegar a ser Taehyung – Pero, creo que haré una pausa para llamar a mamá y comprar bebidas.

- Gracias – Sandeul le envolvió con un brazo, y tras de ellos, una silla fue corrida bruscamente. Jin rodó los ojos.

- Voy y vuelvo – se puso de pie, girando y encontrándose de frente con el ceño fruncido de Tae – Tú, acompáñame – dijo, andando sin mirar atrás, hacia la cafetería.

En el desolado pasillo de la escuela, sólo sus pasos resonaban, creando eco.

- Vamos, dilo – musitó Jin, sabiendo que su primo se estaba reprimiendo las ganas de hablar.

- ¿Por qué dejas que te abrace con tanta confianza? – soltó, como si las palabras lo hubieran estado ahogando - ¿Por qué sigue siendo tu amigo? No lo entiendo, es peligroso que estés todo el tiempo cerca de un alfa que, en cualquier momento, puede usar su fuerza y habilidades para atacarte o propasarse contigo – respiró agitado, luego de dejar salir su verborrea, sin respirar.

- ¿Terminaste? – ironizó el mayor, llegando a la cafetería.

- Hyung... - su mano fue tomada y la electricidad que lo golpeó, le hizo estremecerse. Tae había dejado de acercarse físicamente a él desde aquel beso, y las dos semanas que lo ignoró, culpable por haberlo besado, siendo su primo. Taehyung tomó distancia al notar lo que pasaba y no volvió a tocarlo siquiera. De eso ya iban dos años – Deberías ser más prudente – Jin se zafó del agarre.

- ¿Sabes qué? – habló, preso de su molestia – Estoy harto... ¡Me cansé de esto! – gruñó – Desde hoy en adelante, te prohíbo que estés siguiéndome todo el tiempo – los ojos del menor se abrieron en sorpresa – No te quiero rondándome, ni buscándome cuando esté con mis amigos – No, su primo no podía alejarlo tan cruelmente de su aroma a lirios y frambuesas – Te limitarás a caminar junto a mí desde la casa a la escuela, y de vuelta... Pero, eso será todo – decretó severo – No más escenitas cada vez que se te antoje, ni vigilancia las 24 horas... Sólo soy tu primo, no soy ni tu hijo, ni tu hermano, ni nada más... ¿Quedó claro?

- Yo tengo que...

- ¡No! – le interrumpió – Yo soy mayor que tú y sé cuidarme... Ahora, vete a la casa, yo me encargo de llamar a mi papá – ordenó.