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-estan atracando el banco! -grito Palermo por su radio- sellamos el edificio! Repito, sellamos el edificio!

-protocolo rojo! Cerramos las puertas del banco -hablo un policía del otro lado- y todo dios con los chalecos puesto, repito, todo dios!

Florencia, Italia. 54 días para la hora cero:

-y el banco quedará sellado -dijo el profesor con una sonrisa-

-aunque quede sellado profesor, el banco es muy grande, muchas ventanas, pocos hombres -hablo Helsinki desde atras- no podemos defender todo

-bien visto, Helsinki -respondio- muy bien visto, pero es que... este edificio, tiene truco

Le quitó los costados a la maqueta y se apoyó sobre la parte que quedaba

-esta es la parte del banco que nos interesa, toda su estructura está revestida con muros de hormigón, y planchas de acero de más de 180 centímetros de grosor. Desde fuera, es una auténtica caja fuerte, pero es que desde adentro es un auténtico fortín inexpugnable, una vez activado el protocolo rojo, nadie podrá entrar ni salir en un hora -dijo el profesor- y ese es el tiempo que disponemos para hacernos con la pieza clave, con la fase dos del plan

-que pieza? -pregunto Bogotá-

-el gobernador del Banco de España estará en su despacho, acompañado de sus 5 escoltas personales, que no tendrán el cuerpo para bromas precisamente -hablo Palermo junto al profesor-

-es lo que yo llamo el tren de la bruja, todo el mundo sabe que está pasando algo raro y que va a hacer escobazos, pero nadie tiene muy claro por donde les van a caer -dijo el profesor-

5 minutos desde que se sellaron las puertas del Banco de España:

Abrimos la puerta del despacho y las 5 personas que Palermo mencionó aquella tarde, estaban esperándonos con sus armas en mano

-señor gobernador, se presenta la teniente Lorenzo, tiene que acompañarnos, tenemos un blindado esperándo para desalojarle lo antes posible -hable al frente-

-de momento, no voy a abandonar este lugar -dijo el gobernador-

-señor, es una orden directa del general Salas Nuñez -repeti- viene del JEMAD

-no, si la orden la he recibido, pero no lo haré, no voy a abandonar el banco hasta que el último de los funcionarios haya salido -volvio a hablar el gobernador- así que si lo que quieren es custodiarme, lo único que pueden hacer es sentarse y esperar, ¿quieren un café? Amanda por favor..

Nairobi me miró y asenti, ambas comenzamos a caminar entre su cordón de seguridad, con algunas miradas extrañas sobre los hombros

En ese instante me pregunté que estaría pensando Nairobi, yo solo tenía una idea en la cabeza: sacar la pistola y liarme a tiros

-descansen, y sientense -indico el gobernador-

Me senté en una silla y Nairobi a mi lado, tengo un poco de miedo
Nos quitamos los cascos y el hombre nos sonrió

-les puedo preguntar en qué regimiento sirven? -volvio a hablar el hombre, que no se calla un segundo?-

Nairobi me miró y yo hablé mientras miraba al frente, no quiero parecer nerviosa

-somos zapadoras paracaidistas, del BRIPAC -dije- brigada 6

-con misiones de desminado en Malí, Libano, Afganistan... -añadio Nairobi-

Eran cinco escoltas, cada una de nosotras tenía dos pistolas, así que podíamos dejar fuera de combate a dos hombres cada una, pero nos sobraba uno.

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