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Sábado 14:00h

Moscú y Denver habían entrado a Arturo

-un herido grave! -grite a Helsinki que nos abrió la puerta- corre

Corrí en busca de un botiquín y río trajo una mesa para simular una camilla

-agua por favor -decia Arturo-

-necesito que quites la mano de ahí -dije-

Tokio corto su remera y yo ayude a curar su herida

-necesito hablar con mi mujer! Por favor! -gritaba Arturo-

Dicen que cuando estamos en las puertas de la muerte por fin somos capaces de ver nuestra vida clara y Arturo Román, desangrándose en una mesa, esperaba precisamente eso: la clarividencia de la muerte. Averiguar de una vez quien había sido el amor de su vida. ¿Laura, la mujer con la que había compartido 14 años en santo matrimonio, o Mónica, su secretaria y amante con la que había vuelto a sentir la juventud?
Por desgracia, la única certeza que tuvo Arturo en ese momento fue que, si no le sacaban la bala, iba a palmar antes de resolver el enigma y francamente, nuestros cursos de primeros auxilios no garantizaban la vida a nadie.
Recuerdo que el profesor acostaba a Río o a Nairobi en una mesa y con un marcador dibujaba todas las venas y arterias
Y así, jugando a los médicos descubrí que Nairobi era más interesante de lo que parecía y aunque nadie sabía nada de nadie, lo que nunca sospeche es que Nairobi tuviera un hijo o una hija, recuerdo que marcando las arterias vi su cicatriz de su cesárea, levante un poco sus jean y ella se alteró y dijo "que haces, parece que eres un poquito tortillería" y lance un puñetazo a su ojo, ella me lo devolvió, y ahí fue que empezó nuestra amistad, quizás lo habrais notado pero mis mejores amistades suelen empezar a los golpes

3 meses antes del atraco:

Toque la puerta de Nairobi, eran algo de las 12:30 de la noche, seguro estaba despierta

-tu que coño quieres? -pregunto abriendo-

-yo que se, antes he visto eso y.. y me ha llamado la atención -dije- no sabía lo que era, perdón

-vale, perdonada -dijo- Hala, hasta luegui

Ella cerro la puerta pero yo la abrí otra vez

-que haces? -pregunto-

Camine hasta su cama,deje la mochila en el piso y me senté a su lado

-cuantos años tiene? -pregunte- tu hijo

-siete -dijo en un suspiro- tiene siete

-donde está? -pregunte- con su padre?

-con su padre? Con su padre no, con su padre no ha estado nunca -dijo- no se sabe nada de su padre

-como se llama?

Axel -dijo- se llama Axel, que significa hacha

-Hacha? -pregunte-

-Si, porque es un hacha -dijo- como su madre. Es un niño superviviente sabes? Ha sobrevivido a todo. Es como un corcho de esos que hay en medio del mar que no se hunden. Así es el, con tres años.. me lo tuve que llevar de casa de mi madre porque su marido le daba anís cuando yo no estaba porque le molestaba que llorara. Así que me lo lleve, los dos solos sin necesitar familia de nada, el y yo y estábamos de puta madre, pero la cagué

-que pasó? -pregunte con los ojos cristalizados-

-un dia, tuve que ir a por unas pastillas para vender y.. y le dejé solo, cinco minutos, solo cinto y me la lío, con el puto spiderman de los cojones, que me cago en Spiderman. Porque el quería ser un superhéroe decía, y escalaba todo, escalaba a que no veas y se salió a la terraza por la ventana. Entonces ahí cogio una silla, se subió a la silla y empezó "mami!" "Mami!" Tres añitos y medio tenía, pues claro, a los cinco minutos yo tenía ahí a una patrulla de policias, a los bomberos, a todo dios.. y a mí me pillaron con las pastillas, con antecedentes, sin curro, para la trena. Y entonces mi niño empezó a pasar de familia en familia de acogida, de mano en mano y a mí nada, no me dejaron ni una visita, ni una llamada.. nada y luego sali de la carcel... Y nada, no me lo dieron.

DenverWhere stories live. Discover now