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23:30hs


Me encontraba junto a Nairobi y Denver llevando a los rehenes a trabajar, entre ellos venía Mónica que no paraba de mirarme

-bien a partir de ahora quiero a todo el mundo cerrando sacos -dijo Nairobi- sin parar

-de las mentiras no va a decir nada -dijo Arturo-

-Arturito no es momento de hacer el Gandhi porque te comes puños de primero, de segundo y de postre -dijo Denver acercándose y haciéndole frente-

Me interpuse entre ellos y los separe

-y además te puedo asegurar que yo no he mentido a nadie eh -dijo Nairobi a Arturo y se fue de la habitación-

-Nairobi está ahora al mando, así que todo dios a hacer paquetitos -dijo Denver y salió pero antes cruzó miradas con Mónica-

Yo los seguí a ambos y fuimos hasta donde estaba Berlín siendo curado por Helsinki

-Berlin, nos vamos a pique -dijo Nairobi abriendo la puerta- así que yo creo que lo más importante ahora es que salgamos todos vivos de aquí y sin cometer más errores. Tú me dirás, estás conmigo o contra mi?

-pito, pito, gorgorito -dijo Berlín- a dónde vas tan bonito?

Nairobi se sentó en el escritorio y le puso el pie en las bolas a Berlín

-pues voy a ir contigo, Nairobi, a muerte -dijo-

-aja

-voy a acatar tu golpe de estado -dijo-

-aja, sigue

-y tengo que confesar que me siento excitado ante la idea de servir a una mujer que es una diosa -dijo-

-pues más te vale rezarle a está diosa, porque tiene tu morfina, que no se te olvide -dije-

-oh -dije Berlin-

-que es el plan Chernóbil? -pregunta Nairobi-

-el plan Charnóbil es un plan desesperado, pero muy bonito -dijo- consistia en soltar la billetada en globos desde la azotea, pinchar los globos con disparos y provocar una lluvia maravillosa, llamar a los medios, las radios, las televisiones

-o sea, como la cabalgata de los reyes magos, pero con billetes de 50 -dijo Denver-

-eso -dijo Berlín sonriendo-

-ese es el plan Chernóbil? -pregunto Nairobi-

-miles de personas recogiendo la pasta, sembrar el caos entre la policía, imagina, mil millones de euros cayendo del cielo -dijo Berlín-

-ya, y nosotros escapandonos entre la marabunta -dijo Nairobi y Berlín rió- muy bonito

-ya sabéis que el profesor es un idealista -dijo Berlín- le importa más el mensaje que el dinero, y no dije nada porque hay que respetar los tiempos

Nairobi tomo el megáfono y grito

-Torres, a mi despacho!

DenverWhere stories live. Discover now