31

416 14 2
                                    

En ese momento el profesor se dio cuenta que este golpe iba a ser muy diferente al de la Fábrica Nacional de Moneda y timbre
Que este no había salido de su cabeza, ni había tenido tiempo para hacerlo suyo
Si hubiera tenido un botón para darle al rewind, lo habría hecho en ese instante, pero no lo tenía

-Verona, Verona estas bien? -escuchaba a lo lejos a Nairobi mientras un zumbido aturdia mis oídos, alguno de los disparos me dejó sorda- A por palermo!

Vaciamos los cargadores contra los chalecos como nos había dicho el profesor, pero lo hicimos tarde

-ayuda a Palermo! -escuchaba el grito de Nairobi-

Me levanté adolorida e intente acomodar mi cabeza

-vale, espabila -dije golpeando el rostro de Gandia- espabila, donde esta el gobernador?

-busca camilla, hay que sacarlo de aquí -gritaba Helsinki desesperado-

-que sucede? -pregunte-

-pelermo, hay que sacarlo de aquí -volvio a repetir-

Solté a Gandia, dejándolo en manos de Nairobi y me acerqué a Monica que intentaba levantar a Palermo

-dios mío! Tiene los ojos llenos de cristales -decia Mónica mientras caminaba de un lado a otro-

-calmate! -dije-

-Verona, apártate -grito Helsinki mientras traía una camilla-

Después de unos desesperantes minutos en los que llevábamos a Palermo con los ojos vendados por los pasillos de banco, logramos entrar a una habitación donde se suponía que uno de nosotros le arreglaría sus ojos

-tranquilo palermo, voy a quitarte esto vale? Despacio -hable mientras intentaba quitarle la venda-

Al ver sus ojos, los míos se abrieron como platos, tiene muchos cristales ahí
Mire a Denver y tokio que se encontraban junto a mi y sus caras también se veían asustadas

-abre los ojos vale? -intente sonar tranquila- vamos, despacio

Cuando sus ojos se abrieron denver se dio vuelta y se alejó de la camilla, admito que daban un poco de impresión

-no puedo abrirlos por mucho tiempo -dijo Palermo- no puedo

-ves algo? -pregunte mientras examinaba los cristales-

-no veo una puta mierda, que está pasando? -cambio su tono de voz a uno más fuerte-

-trae la lámpara -señale a Tokio-

Ella acercó una lámpara a la cara de Palermo y la encendió

-ves la luz? -pregunto mi hermana-

-como si estuviera en el estadio Maracaná, te dice algo eso? Que estas jugando al oculista Tokio? -grito palermo-

-Tokio, necesita un oftalmólogo -hable frustrada- no es un simple corte o una bala, el tío se va a quedar ciego si no lo atiende un médico

-hay que llamar al profesor -dijo denver desde un costado-

-estoy viendo los cristales, vale, botiquín número 4 ya! -grito mi hermana ignorando lo que decíamos-

-para para para -hablo Denver-

-que estas pensando hacer Tokio? -pregunto Palermo mientras mi hermana examinaba sus ojos con una pequeña lupa-

-los voy  a sacar -respondio Tokio-

-ah si? Y como lo vas a hacer? -pregunto-

-con unas pinzas -hablo mi hermana y Palermo comenzó a reir-

DenverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora