Zombies En Afganistan

Capitulo 4: La Ciudad Muerta

Soap y Mike, cansados por el viaje y con ganas de descansar, estaban perdiendo las esperanzas de encontrar ese pueblo. Pero en ese momento, ven un cartel que indica la entrada a 50 metros al frente, lo cual les sube el ánimo y corren ansiosos por encontrar algún miembro de la milicia local. Sin embargo, rápidamente su emoción baja al ver que la ciudad está totalmente inundada de zombies. Soap y Mike avanzan silenciosamente entre la multitud de no muertos, acabando solo con los que son necesarios para llegar al cuartel general de la milicia local. En ese momento, escuchan voces de humanos, lo cual les trae buenas vibras a ambos.

A lo lejos, ven un punto de control lleno de soldados y ametralladoras, y corren hacia ellos con las armas en la espalda. Al llegar, se identifican y los soldados afganos los llevan ante el coronel de su pequeño ejército que queda. Una vez llegan ante el general, quien se identifica como el General Rashim Abad, les pide que se sientan en casa y comenta que es bueno ver caras familiares después de un tiempo. El general les informa que la ciudad fue destruida un día antes de que todo empezara, lo que atrajo a los no muertos de diferentes partes de Afganistán. También menciona que al encerrarse en el centro de mando, los no muertos no pudieron identificarlos, y que con el pasar del tiempo lograron poner barricadas en todas partes de la ciudad para evitar su inminente colapso. El general también habla de su hijo, a quien envió en una incursión con varios soldados, pero aún no han regresado, lo cual le preocupa. Soap y Mike preguntan por la persona amarrada y esposada al camión, y el general responde que es alguien de suma importancia que deben entregar a las fuerzas americanas para descubrir cómo está ocurriendo todo.

El hijo del general, llamado Pokat Linop, se encuentra dentro de la ciudad. Mientras se acercaban en silencio, un zombie atrapó a uno de los soldados que iba con él, lo que rompió el silencio y provocó que los soldados y Pokat dispararan, haciendo que tuvieran que correr hacia el centro de mando. Mientras lo hacían, los soldados iban cayendo uno por uno, hasta que solo quedó el hijo, quien corrió lo más rápido posible hasta el primer punto de control. Al ser identificado, fue cubierto por los zombies que lo perseguían, lo que provocó que todos los zombies cercanos se acercaran a todos los puestos de control.

El general y su hijo se reunieron y planearon el escape perfecto, pero el problema era cómo realizarlo sin dejar a nadie atrás. En ese momento, un camión sospechoso lleno de terroristas impactó contra un centro de control, explotando en el proceso. Y digamos que una explosión de esa magnitud es capaz de atraer a cada zombie de la ciudad y en kilómetros a la redonda.

El general, su hijo, Mike y Soap, al escuchar la explosión, se pusieron manos a la obra y comenzaron a abordar a todos los soldados en los camiones. Sin embargo, se dieron cuenta de que fue su error más grave. Al llenar el camión donde se encontraba el prisionero, hordas y hordas de zombies irrumpieron en la ciudad, dejando a todos los soldados sin poder moverse de sus puestos de control, lo que los llevaría a la muerte de igual manera si se movieran.

De esta manera, cada puesto de control fue cayendo, dejando únicamente el camión con el prisionero y un carro con una ametralladora como única salvación para llevar al prisionero a la justicia. El problema fue que Mike y Soap no lograron subirse al camión y avanzaron por la ciudad evitando a los zombies para poder salvarse y montarse en el camión. Lamentablemente, antes de poder subirse ambos, Mike le dice a Soap que le entregue algo a su hermano pequeño cuando lo vea. Soap, desconcertado, se dio cuenta de que Mike le dio el tiempo suficiente para subirse al camión, pero cuando Mike intentó subir, fue atrapado por un zombie, lo que provocó su caída y eventual muerte. Con un fuerte dolor en el pecho, Soap le pidió al conductor que siguiera la carretera y que se fueran de esa ciudad muerta.

Sin embargo, algo estaba mal, ya que Pokat se dio cuenta de que su padre no estaba entre los que se subieron al camión, y súbitamente escuchó por su radio cómo su padre consiguió todos los explosivos de cada cadáver de sus soldados y los armó como un gran show explosivo en cada centímetro de la base. Con lágrimas en los ojos, el General Rashim se sacrificó explotando todo el centro de mando y muchos zombies en el proceso, para darles el tiempo suficiente para huir sin llamar la atención de los zombies, dejando a Pokat y a Soap a cargo de los que quedaban en el camión.