Bully |Jimmy Hopkins x F!Reader|

Capítulo 3: ¿Quién es Gary?

              ──── T/n's pov ────

Cuando Jimmy, Pete y yo terminamos de comer en la hamburguesería. Había hecho dos amigos ese día. Han pasado 3 semanas desde entonces, y salgo con al menos uno de ellos cada dos días. A veces veo a este tipo Gary con o alrededor de ellos, Jimmy siempre me aleja de él. Cuando le pregunto quién es, Jimmy y Pete simplemente me dicen que no me preocupe, pero todavía me preocupo por eso.

De todos modos, esta tarde salgo con Pete. Le dije que se reuniera conmigo en la fuente de nuestra escuela. Iba a preguntarle quién era Gary, sé que no podré quitárselo a Jimmy, pero puedo quitárselo a Pete. Mientras esperaba, empecé a soñar despierta sobre cómo debía ser Gary. Luego, lentamente, comencé a pensar en... Jimmy. Solo pensar en su estúpida cara de perra en reposo hace que mi corazón se acelere. Y su musculoso y tonificado-

—¡T/n! —Pete me gritó sacándome de mi ensueño. Casi haciéndome caer en la fuente en la que estaba sentada.

—SHHHH, harás que un prefecto venga aquí, cállate —dije encorvada mirando alrededor para asegurarme de que no venía nadie. Pete imitó mis acciones. Poco sabíamos que había alguien ahí.

—Oh, lo siento, ¿por qué querrías reunirte aquí de todos modos? —me preguntó Pete mientras se sentaba a mi lado.

—Bueno —me moví nerviosamente y miré a mi alrededor. Realmente no me gustaba presionar a Pete para que hiciera cosas que no quería y sé que esto lo presionaría, pero realmente quiero saberlo—. Se trata de Gary...

—¿Qué hizo...?

—Solo quiero saber quién es —las expresiones faciales de Pete se relajaron y también su cuerpo.

Hice contacto visual intenso para mostrar que hablaba en serio, lo que no se detuvo. Pete se negó a darme información. Se cruzó de brazos, cerró los ojos y negó con la cabeza.

—No.

—Oh, vamos Pete, solo dime quién es —le supliqué—. Por favor.

—T/n, es un psi-

—¿Soy qué Pete? —Gary preguntó al otro lado de la fuente. Pete saltó al oír su voz.

¿Pete le tiene miedo? Tengo que proteger a Pete. Lord sabe que no puede defenderse.

—¡Hey! —le espete—. Soy la chica que preguntó, entonces, ¿quién eres tú?

La atención de Gary estaba puesta en mí. Una vez Pete se dio cuenta de eso y se separó. Bueno, ¿qué esperaba? Gary entrelazó sus manos y caminó lentamente hacia mí.

—Una valiente, ¿no? Soy el chico más brillante de esta escuela, planeo tenerlo en la palma de mis manos algún día.

Al darme cuenta del peligro en el que realmente podría estar, decidí irme temprano.

—Suena bien, amigo, pero, uhhh, tengo aue irme —digo sobre un pie y señalando con los pulgares en la dirección en la que estoy a punto de correr. Este chico me da vibras raras.

—¡Tu eres parte de ese plan, T/a! —Gary gritó detrás de mí, con una sonrisa maligna cuando comencé a correr.

Giro la cabeza y grito. —¡Qué-qué, no puedo oírte, notengoadondeirperotengoqueirmeadios!

Antes de que pudiera girar la cabeza completamente hacia atrás, me encontré con algo duro.

—Ouch —me caí al suelo y aterricé de espaldas. Lo que sea que golpeé ni siquiera se movió.

—¡Deberías estar en clase! —un prefecto me agarró del cuello para arrastrarme a clase, pero no me rendiría tan fácilmente.

Lo siguiente que supe fue que Jimmy estaba aquí. Le dio un puñetazo al prefecto, me agarró y echó a correr. Apenas podía seguir el ritmo, básicamente me estaba arrastrando. Finalmente llegamos a una parada sin que nadie nos siguiera.

—¿Te lastimó? —me interrogó de inmediato una vez que nos detuvimos.

—¿C-cómo... cómo no estás sin aliento...? —mis pulmones estaban en llamas y mis piernas estaban entumecidas.

Pude realmente echar un vistazo a la cara de Jimmy y se veía enojado. Caminaba de un lado a otro entre el pequeño espacio de un edificio y una pared de ladrillos.

Una vez que recuperé rápidamente el aliento, pregunté. —Hey tú-

—Él. Te. Lastimó —Jimmy dejó de caminar, apretó los puños y me miró directamente. Me congelé un poco y luego tartamudeé mi respuesta.

—N-no.

Jimmy respiró hondo y dejó escapar su preocupación, pero no su ira. Su rostro estaba rojo de ira mientras caminaba más y volvía a poner su atención en mí. Me encogí un poco ante su mirada. Podía sentir la sensación de ardor de las lágrimas amenazando mis ojos.

—¿Qué estabas haciendo con él?

—Y-

—¡Te dije que no te preocupes por eso y te mantengas alejada de él!

—Lo s-

—¿Y tú qué haces? Ir DIRECTO a él

Las lágrimas finalmente empezaron a caer. El nudo en mi garganta, espeso. Y me empezó a mojar la nariz. Dejó de caminar y me miró con la expresión más suave que jamás le había visto hacer. Abrió y cerró la boca una y otra vez hasta que habló.

—Lo siento —me acercó para darle un fuerte abrazo. Fue cálido y reconfortante recostar mi cabeza contra su sueter del uniforme escolar.

—Solo quería mantenerte a salvo, eso es todo, lamento haberte gritado —tiró de ti hacia abajo con él mientras se deslizaba contra la pared detrás de él, manteniéndote cerca. Suavemente lloraste en sus brazos entre sus piernas.