La espía Ronnie Jones (En Proceso)

5 - Disipar

Devuelta en la agencia de detectives, me encuentro en la oficina de James. Que me pongan en apuros durante una operación NO es mi idea de diversión.

- Ronnie... - Miro a James con descontento y me muerdo la lengua, para no decir nada inapropiado.

- Mira, lo siento por... el incidente - Me dice James cabizbajo.

- Ya sabes lo peligroso que puedo ser cuando no tienes todos los detalles. Podría haber sido muchísimo peor.

- Ronnie, no te lanzaría a los lobos de esa manera. No sabía que Jenny llegaría a la floristería primero.

- La verdad no me extraña, después de conocerla. Es demasiado... impaciente con todo lo de la Boda.

- Y lo de la organizadora de bodas... eso parece ser un cambio de último minuto que inicio nuestro cliente.

- Bueno, ¿Puedes mantener a raya a ese cliente, por favor?

- Le he explicado la situación. No volverá a ocurrir. Por cierto, conocerás a Bastián Williams esta noche. Y sí, está vez tendré todos los detalles para ti.

- Está bien...- James me interrumpe.

- Eres una exitosa organizadora de bodas, Elizabeth Smith. Sólo organizas bodas de perfil alto... como el de Sara Brown.

- Sí, supongo que debo agradecerte que me ayudaras en ese momento.

- Tú carpeta de clientes incluye bodas en los mejores hoteles de Europa, en castillos de Escocia... - James me pasa el archivo con mi falsa cartera de clientes y vas pasando las páginas con desgana.

- ¡Madre mía! La próxima que organicé será una luna de miel, ¿no?

- Tú misión principal en esta vida, como Elizabeth Smith, es organizar bodas impresionantes y ver a la novia y a la familia llorar de felicidad.

- Aww... que bonito...

- Está noche te encontrarás con la feliz pareja en Eleven Madison Park, un restaurante de lujo y exclusivo. Te enviaré las coordenadas.

Este personaje puede ser muy difícil de interpretar. Caminar hacia el altar nunca ha sido el sueño de mi vida... y familia es una palabra muy ajena a mí desde que murió mi abuela...

- Suena lujoso - Le digo a James.

- Lo es, Agente. Ya sabes cómo funciona esto. No puedes entrar en Eleven Madison Park vistiendo como... mmm... sueles hacerlo.

- Déjame adivinar... has elegido algo para mí. - Le digo mientras busco la bolsa con la ropa que James me suele dar.

- No he tenido tiempo de organizar las compras.

- Nunca pensé que fueras un experto en moda, James. - Le digo con voz burlona.

- Muy bonito, agente. Normalmente, suelo buscar a otra persona que se encargue de las compras. Parece que te voy a llevar a una Boutique.

- ¿En serio? - Le digo sorprendida.

James y yo salimos de la central y nos dirigimos a la Boutique. Al llegar a la lujosa Boutique, hay barras llenas de ropa que parece muy cara, están expuestas en el fresco y moderno interior de la tienda. Los dos nos detenemos extrañamente en medio de la Boutique.

- En serio. Ahora, movámonos. No tengo todo el día. - James me mira.
- Escucha, Ronnie. Vamos a buscar algo elegante. Tienes que parecer... distinguida.

- No hay problema, James.

- ¿Sabes lo que quiero decir? Algo de gracia entre todo ese buen material.