La espía Ronnie Jones (En Proceso)

6 - Reunión de Bitches

A la mañana siguiente, el desagradable sonido del timbre me despierta. Después de haber estado con Bastián y las emociones encontradas con las que he tenido que luchar, no pude dormir toda la noche.

- ¿En serio? ¿No puedo tener un respiro... ni un sueño reparador? - Pienso en voz alta mientras voy a la puerta.- Abro la puerta y ahí está James.

- James... que sorpresa... no.- James me interrumpe.

- ¿Puedo pasar?- Me pregunta

- ¿Tengo otra opción?- Le respondo con sarcasmo

- Buenos días, Ronnie.

- ¿Qué pasa hoy que nos estás animado?

- Gracias por tu hospitalidad, Ronnie.

- De nada... supongo.- Me aparto para que James pase.

- ¿A qué se debe esta fantástica visita?- Sé que el sarcasmo no funciona con James.

- ¿Qué tal fue la noche?

- ¿Anoche? Pues... bueno, bien... mejor de lo que esperaba- Le respondo algo nerviosa.- James entrecierra los ojos y sé que su detective interior está trabajando.

- ¿Mejor de lo que esperabas? ¿Qué quieres decir?

- Pues... creo que Bastián Williams está impresionado.

- Bastián Williams está impresionado...- James repite mis palabras lentamente mientras no deja de mirarme, suspicaz. Me sonrojo y pienso: ¡Maldita sea! Aunque no haya hecho nada malo, me siento culpable hasta de estar pensando en él.

- Preocúpate más por impresionar a Jenny. Recuerda que ella es el objetivo principal.

- Por supuesto ¿Cuál es el siguiente paso?- Le pregunto

- ¿Me lo preguntas a mí? Ronnie, eso tienes que decírmelo tú.- Me dice irritable.

- De acuerdo...

- Ya sabes que no estoy a favor de ese tipo de acercamiento. He visto a muchos agentes que pierden el norte por eso y necesito que mantengas la mente fría, Ronnie.

- Está bien, gracias por la ayuda, James.

- ¿Qué puedo decir? Algunas veces necesitas ser cruel para que otros vean la realidad.- Perfecto, entonces ¡Ya basta de lecciones de vida!- Pienso, pero solo me quedo callada.

- Iba a ir a la cafetería de la esquina. Tienen un café muy bueno.

- Sí... lo sé, James.

- Te sugiero que llames a Jenny. Tienes su número de celular. Al fin y al cabo, eres su organizadora de boda.

- Bien, lo hare ahora mismo.- Marco el número de Jenny y me contesta después de un par de tonos.

- ¿Oh, Elizabeth! ¡Estoy tan feliz de que llames! ¡Te estoy esperando!- Me dice con su voz irritante.

- ¿A mí?- Le respondo sorprendida, no recuerdo a ver quedado en vernos.

- ¡Si, tonta!

- ¿Dónde me estas esperando?

- Alba y yo estamos en la cafetería. Te puedo enviar la ubicación.

- Sí... gracias, eso estaría muy bien.

- ¡Oh! ¿Sabes qué? ¡Es culpa mía! Creo que olvidé decírtelo.

- No te preocupes. Suele ocurrir...

- ¡Estamos ocupadas organizando mi despedida de soltera! Es tan emocionante. ¡Únete a nosotras!

- Sí, ¡claro! Estoy en camino.- Cuelgo el teléfono.- Tengo que prepararme, James. Me está esperando.