11 - Aquí estás...

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A la mañana siguiente, mientras entro a las oficinas centrales, el mensaje anónimo que recibí por la noche todavía me atormenta. — ¿Quién lo habrá enviado? ¿y por qué ahora? – James está sentado en su escritorio, rodeado de papeles. Levanta la vista con la mirada perdida.

— Buenos días, Ronnie.

— Hola, James. Tenemos que hablar – Le dije mientras me sentada en la silla que estaba frente a su escritorio.

James levanta una ceja, aparta los papeles y se recuesta en su silla. — Soy todo oídos.

— Anoche recibí un mensaje anónimo... – Le acerco el celular, su cara va cambiando mientras lee el mensaje.

Se levanta de inmediato y empieza a caminar de un lado a otro. — ¿Por qué no me has informado antes?

— Era tarde y no quería molestarte

— ¿¡Molestarme!? Agente, esto es una amenaza velada que pone toda la operación en riesgo. Puede que incluso tu vida. – Aunque mi seguridad me tiene sin cuidado, me preocupa que este caso se eche a perder — Ronnie, me puedes llamar en cualquier momento, sea de día o de noche, lo sabes ¿verdad?

— Sí, James.

James asiente y se sienta de nuevo. — De acuerdo no podemos dejarnos llevar por el miedo.

— ¿Me lo dices a mí o a ti mismo, James? – Bufo

— Vamos paso a paso ¿tienes alguna idea sobre quién pudo haber enviado el mensaje? — ¿Quién pudo haberme enviado el mensaje? Piensa Ronnie, piensa...

— ¿Anysa Williams... Sanders... Jenny...? – Veo cómo se arruga la frente de James mientras valora mi respuesta.

— Vamos a empezar desde el principio. Anysa Williams: no creo que la persona que te ha contratado tenga motivos para amenazarte, no tiene sentido.

— Supongo... – A no ser que le comenté el incidente en la sala de baile, que me haya humillado comparándome con uno de los juguetes de Bastián todavía me molesta... mucho. — James... puede que haya un pequeño detalle que olvidé contarte.

— Ah, ¿sí? ¿De qué se trata?

— Bueno... sabes que di una clase de baile con Bastián Williams, ¿verdad?

— Sí.

— Anysa apareció y... no le gustó nada la situación. Está claro que no quiere que pase tiempo con su hijo a solas.

— Oh... gracias a Dios. Pensaba que ibas a decirme que Bastián Williams y tú... ya sabes... se habían arrancado la ropa el uno al otro. — Ufff... probablemente James no tiene que saber TODOS LOS DETALLES. — Además, si hay algo que sé sobre Anysa Williams es que si quisiera amenazarte, lo haría cara a cara...

— No sabes cuánta razón tienes

— Perfecto, vamos al siguiente sospechoso... La agente Sanders. – Puedo ver cómo le cuesta especular sobre uno de sus agentes. — A ver... Sé que entre ustedes dos hay ciertas... diferencias. Pero no veo a la agente Sanders capaz de hacerlo. Se toma su trabajo demasiado en serio como para ponerlo en riesgo por algo así.

— Pues.... Estaba muy molesta después de perder el caso. Puede que esté intentando sacarme de escena... Se pensaba que Selena sería la actriz principal y terminó siendo una secundaria. – James sopesa mis palabras, pero niega con la cabeza.

— No creo, Ronnie. No llegaría tan lejos.

— Si tú lo dices... – Le digo mientras levanto mis manos a son de paz

La espía Ronnie Jones (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora