9 - La primera cita

30 14 54
                                    

Dos horas después...

Cuando llego a mi apartamento, encuentro un ramo de rosas en la entrada. Lo recogí, intrigada

— Hay una nota... y es de Serge. Quiere verme más tarde en el Central Park... – Sonrío — Qué tierno

No puedo evitar aguantar la respiración cuando imagino sus ojos y esa magnética mirada que me atrae, su presencia es cautivadora como un imán atrayendo un clip.

— Lo mínimo que puedo hacer es darle las gracias por el precioso ramo que me ha enviado. – Cojo mi celular y empiezo a escribir el mensaje – Algo amistoso, nada muy evidente... Quiero dejarlo con la miel en los labios. Tengo la sensación de que le encanta sentir la emoción de la caza tanto como a mí... – Le envío el mensaje, miro nuevamente las flores y sonrío — Son preciosas... ahora quiero dejar a Serge sin aliento eligiendo el Outfit perfecto para nuestra cita en Central Park.

Aunque no quiera admitirlo, cada vez que pienso en él, algo dentro de mí se remueve, algo que nunca había sentido por alguien, ni por él cacas. – Me dirijo a mi cuarto, me baño y veo en mi clóset lo que tengo y, no encuentro nada... ¡Dios! En estos momentos me gustaría ser un poco más femenina. Pasa media hora después y por fin encuentro algo presentable, no recordaba que hace varios años Lanie, me regalo una falda negra corta que jamás use, me coloque un buzo rojo y unas medias veladas negras.

— Con este Outfit, Serge estará comiendo de la palma de mi mano. Se va a quedar de piedra desde que me vea.


Dos horas después...

Llego a Central Park, veo como la ciudad vuelve a la vida lentamente, saliendo de su letargo vespertino. En la superficie del agua, el reflejo de las primeras luces que se van encendiendo crea una atmósfera de ensueño. Miro hacia la derecha y ahí está — ¡Mierda!, ¿por qué estoy tan nerviosa? Me acerco a Serge y está tan guapo como siempre, su belleza arrolladora, me envuelve y me atrae. Serge se percata de mi presencia y voltea a mirarme.

— Elizabeth... – Me dice con una sonrisa y su acento tan característico en él, me imagino como sonaría mi nombre.

— Serge... – Me mira de arriba abajo y luego su mirada se encuentra con la mía.

— Estás espectacular. – Su admiración me hace temblar o es por el frío. — Me han ordenado acercarme a él, pero... necesito proteger mi corazón.

— Gracias – Le respondo sin quitar mis ojos de los suyos.

— Me has dejado... Sin respiración. – Siento como el calor sube por todo mi cuerpo hasta llegar a mis mejillas. — ¿Caminamos? – Me dice Serge con una sonrisa.

— Por supuesto.

Empezamos a caminar y hablar sobre nosotros, nuestra familia, gustos, todo fue tan fluido tan espontáneo, tan natural, que a ninguno de los dos nos pareció nada raro que depronto mi mano estuviera en su mano... como si lleváramos haciéndolo mucho tiempo, sus manos son tan suaves... No recuerdo cuándo fue la última vez que fui de la mano con alguien en una cita. Serge me saca de mis pensamientos...

— Dirás que estoy loco, pero ha bastado una mirada para no dejar de pensar en ti – Me dice mientras seguimos caminando y, es algo que me toma por sorpresa.

— ¿En serio? – Serge se detiene y me mira a los ojos.

— Sí, ¿y tú? ¿Has pensado en mí? – Y aquí está, tan directo como siempre.

— Bueno... No puedo exponer todos mis secretos, ¿no? – Le sonrío seductoramente.

A unos metros de distancia veo una silueta que me resulta familiar, enfoco bien mis ojos y... ¿Sanders? ¿En serio? ¡¿Pensabas que no iba a darme cuenta?! Selena intenta ocultarse, pero lo que no sabe es que ya la he visto. Dirijo toda mi atención nuevamente a Serge

La espía Ronnie Jones (En Proceso)Where stories live. Discover now