La hija de Bruno Madrigal (Camilo Madrigal y tu)

Tristeza

Ya habíamos llegado al puente y por alguna razón él estaba evitando mi mirada, llevábamos solo dos minutos ahí y no sabía qué decirle y él no parecía tener intenciones de hablar conmigo. 

__: oye Camilo, ¿por qué estás actuando así hoy?, estás algo raro y… bueno tampoco es que tu seas muy normal pero… tu no sueles actuar así y, y…- estaba demasiado nerviosa y no sabia que decirle.

Camilo: no se que intentas hacer, pero ya para, la que está rara eres tú, si eso era todo entonces me voy a cenar, por que no se tu, pero yo si tengo hambre.

Y tras interrumpirme y decir eso, simplemente se fue sin decir nada más, ni tampoco se giró a verme.

Estaba destrozada, no sabía que hacer, el realmente se estaba volviendo a comportar como antes, pero ésta vez dolía más, sentía que el solo me había ilusionado y se había alejado como si nada, él incluso había dicho que le gustaba, pero si yo le hubiera gustado realmente no me hubiera dejado así.

No quería volver a casa, allí estarían todos y yo quería estar sola y llorar agusto, lo había perdido y me dolía demasiado.

Corrí hacia el bosque nuevamente, me desahogaría ahí, apenas llegué me subí a un árbol y me senté recargándome en el tronco de éste, comencé a llorar mientras veía un poco de la luna, ésta se escondía de mi vista entre los árboles, verla era tranquilizante.

Y bajo aquel escenario que me hubiera parecido hermoso si no tuviera roto el corazón, me juré a mi misma que lloraría esta noche, lloraría todo lo que tuviera que llorar, y después saldría adelante olvidado este suceso, lo iba a superar y seguiría con mi vida, tal vez incluso intentaría marcharme de encanto, buscaría a papá y estaría a su lado, con el seguro que no sufriría más.

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La razón de que este capítulo sea tan corto, es que al día siguiente de éste suceso será el cumpleaños de Antonio, ya van a empezar las escenas de la película.