La hija de Bruno Madrigal (Camilo Madrigal y tu)

Planes

Abuela Alma: nos... has tomado por sorpresa- parecía un poco incomoda- no esperaba que quisieras irte, y menos ahora que Bruno ha vuelto.

__: lo sé abuela, pero quiero conocer más lugares, salir un tiempo de encanto, ya después volvería.

Bruno: ¿cuánto tiempo?

__: tal vez tres años, tal vez cuatro, eso ya lo vería después.

Mirabel: ¿estás segura?, tal vez no sea buena idea irte sola.

Bruno: no irá sola, yo iré con ella.

Todos estábamos sorprendidos, nadie esperaba que él dijera algo como eso.

Tia Julieta: Bruno, piénsalo bien, acabas de volver con nosotros, tal vez podría ser después o...

Bruno: no Julieta, ya he perdido mucho tiempo con mi hija, sería bueno que pudiéramos recuperar el tiempo- estaba confundida, quería ir a recorrer diferentes lugares con él, pero a la vez no estaba segura de aceptar, papá me dejó mucho tiempo y yo he estado sufriendo por ello siempre- claro, si ella quiere.

Esas palabras me sacaron de mis pensamientos y me di cuenta que todos me miraban, las tías parecían querer que me negara, lo comprendía de cierto modo, por fin estaban los tres juntos, pero ellas cuando me comprendieron, yo estuve sola y lo necesitaba más que ellas.

__: ¿podemos hablar a solas?

Papá asintió rápidamente y caminamos un poco lejos para platicar tranquilamente, pero ambos sabíamos que ellos querrían saberlo y dolores nos estaría escuchando.

Nos sentamos cerca del río y tome una pequeña rama que había en el suelo y comencé a escribir, "¿realmente quieres ir conmigo?"

Él leyó y tomo la misma ramita para escribir de vuelta "claro que sí, quiero recuperar el tiempo perdido"

"¿Y si ya es demasiado tarde?"

"Solo estoy deseando que no lo sea"

Voltee a ver a papá y pude notar sus ojos un poco llorosos, y me dieron ganas de llorar igual, no sabía que escribir y él tomo la iniciativa.

"Sé que es difícil, pero quiero recuperarte"

No pude más y terminé llorando, claro que ra difícil, mis sentimientos me confundían cada vez más y no era capaz de tomar una decisión, ninguna me parecía correcta.

"Sabes, desde que te fuiste siempre he estado buscando en hombres, en tantos hombres, tu humanidad, tu paternidad"

"Lo sé, y creeme que me duele saber que las cosas están así por mi culpa"

"No me volverás a dejar ¿verdad?"

El solo nego, no necesitaba saber más, solo necesitaba a mi papá y poder recuperar el tiempo que perdimos, sin más lo abrace mientras aún lloraba, ambos llorabamos, era grandioso tenerlo de vuelta.

Bruno: bueno, deberíamos volver, aún no acabamos de comer- se levantó y me tendió la mano, la acepte con gusto y lo abrace de nuevo.

Nos fuimos caminando abrazados y al llegar a casita toda la familia nos esperaba en la entrada.

Tia Pepa: y ¿bien?

Abuela Alma: Pepa, dejemos que nos cuenten de que hablaron.

__: bueno, sería mejor que quede entre nosotros, como padre e hija.

Bruno: si, es cierto, ahora vayamos a comer más que aún tengo hambre.

Seguido de eso salimos de su vista, pero queríamos estar seguros que nadie supo nada.

Abuela Alma: Dolores ¿de qué hablaron?

Dolores: no lo sé, no pude escuchar nada.

Tia Pepa: ¿qué?, ¿pero cómo es eso posible?

Había funcionado de nuevo, siempre que queríamos hablar sin que Dolores nos escuchará, escribimos en la tierra con una rama, así nos comunicabamos y evitabamos que los demás supieran lo que hablamos.

Bruno: funcionó- asentí sonriendo, había tantas cosas que hacíamos cuando yo era pequeña- ¿recuerdas la cueva?

__: oh sí, ¿quieres hablar?- solo me sonrió y camino a su habitación.

Bruno: hagámoslo más tarde.

__: bien, nos vemos.

Y después de despedirme fui al pueblo a ayudar en lo que pudiera, aún había algunas cosas con las que ponerme al corriente.