Too Unlucky | Percy Jackson (1)

-Mi cena se convierte en humo

La noticia del accidente del baño se esparció inmediatamente. A donde quiera que fueran, los campistas señalaban a percy y murmuraban algo acerca de agua de inodoro. O quizás ellos solo veían a Annabeth, que estaba todavía bastante mojada, Akira estaba mojada también pero en comparación con Annabeth era obvio quien estaba peor.

Annabeth les mostró algunos otros lugares: la tienda de metal (donde los chicos hacían sus propias espadas), el cuarto de artes y oficios (donde los sátiras lanzaban chorros de arena a una estatua gigante de mármol de un gotman), y el muro de escalada, que de hecho consistía de dos paredes cara a cara que se sacudían con violencia, rocas caían, se esparcía lava, y chocaban la una con la otra si no llegabas a la cima con la suficiente rapidez.
Sandblasting o arena proyectada es una técnica utilizada para limpiar superficies lanzando chorros de arena.

Finalmente regresaron al lago, donde el camino llevaba de vuelta a las cabañas.

-Tengo entrenamiento que hacer-dijo Annabeth categóricamente.-La cena es a las siete treinta. Solo tienen que seguir de la cabaña el pasillo hacia el comedor.

-Chicas, siento lo de los inodoros.
-Como sea.-dijo la rubia.
-No fue mi culpa.
-Solo fue un poco de agua no es para tanto perce.

Annabeth miró con escepticismo a percy, era obvio que el había hecho aquello. Después desvió su mirada a Akira.

-¿Que?-also una ceja.
-¿Que fue eso que hiciste allí?-dijo la rubia con el ceño fruncido. Akira guardó silencio unos segundos hasta que tuvo las palabras adecuadas.
-Créeme, si supiera que fue eso te lo diría, no tengo nada que ocultar, simplemente paso, no tengo idea de como hice eso.-respondió.
-Necesitan hablar con el Oráculo- dijo Annabeth.
-¿Quien?
-No quién. Que. El Oráculo. Le preguntaré a Quiron.

Percy se quedo viendo el lago, deseando que alguien le diera una repuesta directa, por una vez.

A ver, a ver, que diablos estaba pasando. De un día para otro le dicen que toda su vida fue una maldita mentira y ahora resulta que es mitad dios... ¿Enserio? Todo era tan confuso y para acabar de colmar su paciencia TODO TENÍA SENTIDO EN SU CABEZA. ¿Porque? Por absolutamente TODO. Todo lo que le decían tenía una explicación, cada cosa que había pasado tenía una explicación. ¿Porque su anillo era una espada? Ni puta idea pero de seguro tenía una explicación ¿Como dijo aquel hombre? ¿Río estigio? Había escuchado sobre el. ¿Que se suponía que hiciera ahora? Tantas cosas pasaban en su cabeza, pero fue interrumpida.

-No las alientes- le advirtió Annabeth a Percy. -Las Náyades son terribles coqueteando.
-Náyades- repitió, sintiéndose completamente abrumado.-Eso es todo. Quiero irme a casa ahora.
Annabeth frunció el ceño.
-No lo entiendes, Percy? Estás en casa. Este es el único lugar seguro en la tierra para chicos como nosotros.
-Quieres decir, niños con trastornos mentales?-respondió el chico.
-Quiere decir no humanos Perce. No completamente. Medio humanos.
-Medio humano y medio que?
-Creo que lo sabes.

No quería admitirlo, pero se temía que si sabía. Sentía un hormigueo en sus extremidades, una sensación que a veces tenía cuando su mamá hablaba de su papá.

-Dios -dijo- Mitad Dios.-Annabeth asintió.

-Tú padre no está muerto, Percy. Es uno de los Dioses del Olimpo.
-Esto es una locura.-dijo Akira posando su mano en su frente.
-Lo es? Que es lo más común que los dioses hacían en las viejas historias? Corrían a enamorarse de los humanos y tenían hijos con ellos. Tú crees que han cambiado sus hábitos en los últimos milenios?

-Pero esos son solo-se interrumpió-Pero si todos los chicos aquí son mitad dioses-
-Semidioses, así les llamó will.-dijo y Annabeth asintió.
-Ese es el término oficial. O mestizos.
-¿Entonces quien es tu papá?